El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
@BECARIA_
La tomadura de pelo de las terapias alternativas para resolver cualquier problema de salud sin tener ningún rigor científico en su aplicación, se llama “pseudoterapias”, y el pasado mes de marzo, el Ministerio de Sanidad presentó un listado de 73 terapias catalogadas como tal por no tener ningún respaldo científico para considerarlas seguras y eficaces.
Del mismo modo, se ha presentado otro listado de 66 “terapias en evaluación”, en el que están técnicas y creencias más afamadas como el reiki, la acupuntura o la homeopatía.
En resumen: las magufadas para las que “ni tan siquiera existe un intento de demostrar su eficacia” ya tienen el honor de pertenecer la lista de las pseudoterapias, y esas pseudociencias con más literatura como la homeopatía, sí serán estudiadas a fondo en busca de un mínimo beneficio para la salud de las personas.
Dejando el agua con azúcar aparte, vamos a centrarnos en estas pseudoterapias que, como bien ha dicho la ministra María Luisa Carcedo, “algunas tienen nombres de risa”. Y yo añadiría que “para descojonarse”, aunque la realidad sea mucho más triste por toda la gente que está siendo timada en este mercado de los milagros pseudomédicos y espirituales. Estos son algunos de los más delirantes métodos sin rigor que el Ministerio de Sanidad ya ha confirmado que no sirven absolutamente para nada:
Orinoterapia
Esta pseudoterapia consiste en la aplicación de orina humana con fines medicinales o cosméticos, incluyendo la bebida y el masajeado de la piel o encías. Los chamanes en micciones comentan que algunas de las bondades de este brebaje biológico de producción natural, son su aplicación en casos de diabetes, cáncer o SIDA. Una pseudoterapia que no admite chistes (bueno, reírse sí está permitido, sobre todo si no eres tú quien la emplea) y su ingesta puedes provocar infecciones y complicaciones serias. Ya sabéis, estas cosas mejor en el WC y una posterior pulsión al botón de la cistena.
Cuencos tibetanos
El golpeo de los cuencos tibetanos, una especie de tazones de madera con un mazo similares al mortero de machacar ajos, “proporciona masajes sonoros que favorecen la meditación, sanación y desbloqueo de los chakras”. La realidad es que su sonido es como el santo niño del piso de arriba ensayando a las 5 de la tarde con la flauta y te levanta un dolor de cabeza estratosférico.
Piedras calientes
Esta terapia, como su nombre bien indica, utiliza las piedras calientes garantizando que así fluirá la energía por el cuerpo adecuadamente y aliviará el malestar físico y/o mental. Su empleo se basa en la creencia de que si padecemos alguna enfermedad o malestar, se debe a que la energía no fluye bien por esos puntos imaginarios llamados “chakras”, lo que yo llamo “los Pokemon Go virtuales del cuerpo astral”. Aunque el desequilibrio lo tengas en la cabeza, será más adecuado ponerse en manos de la psicología, que con esta técnica no hay pedrada que lo arregle.
Terapia regresiva
Esta terapia promete, realizando la relajación profunda e hipnosis clínica, arreglar problemas físicos y depresivos accediendo a memorias ancestrales y “revivir situaciones enterradas en la mente”, como podrían ser el momento en el que nacemos o traumas de vidas pasadas. La labor del pseudoterapeuta en cuestión será reprogramar el subconsciente para sanar las taras de la persona que se ponga en sus manos. El problema psiquiátrico ya son palabras mayores que requiere una atención médica real y no un chamán fantástico especialista en hipnotizar carteras.
Hidroterapia de colon
La hidroterapia de colon es el enema anal o lavativa de toda la vida con una pera de farmacia para eliminar los desechos orgánicos acumulados y adheridos en las paredes del colon. Con este sistema ni los mismos chamanes del colon te garantizan ningún beneficio de nada, pero si lo haces y a la vez te alimentas sano, desintoxicas y verás tu piel mucho más brillante y saludable. Vamos, que si no te meten un artefacto para ducharte el ano, comiendo frutas y verduras vas a sentirte igual de bien. Esta técnica ya la popularizó Camilo José Cela en los años 80, quien comentó públicamente que era capaz de absorber por vía rectal hasta un litro de agua. Este método inocuo (salvo para el bolsillo), sigue contando con el respaldo de gente popular, como es el caso de la cantante Raquel del Rosario, que en su blog la ha recomendado para limpiarse bien las cañerías por dentro.
Lo triste de estas pseudoterapias y pseudociencias sin ninguna validez, es que no han sido prohibidas. Simplemente queda en manos de la gente el tratar de informarse con ojo crítico antes de tirar el dinero y correr el riesgo de morir en manos de un chamán o con tratamientos que van contra el buen funcionamiento del organismo y la salud mental.