SE ACABA EL CREDO
La industria de los videojuegos se encuentra en uno de los momentos más duros de su historia. Los despidos, las cancelaciones y las malas ventas son el pan de cada día. Dentro de este panorama desolador, hay una empresa que lo está pasando especialmente mal.
Las cosas están mal en el mundo de los videojuegos. El periodo posterior a la pandemia en el que aún nos encontramos ha supuesto una bajada en muchos aspectos. Varias empresas cada vez hacen peores números, gigantes como Embracer se lanzaron a una vorágine de compras que ha acabado con varias ventas y cierres de estudios, los videojuegos salen cada vez más caros y venden menos, los tiempos de desarrollo se alargan, la cultura tóxica de las desarrolladoras empaña el trabajo artístico y afecta para mal a sus integrantes…
Son tiempos oscuros en los que algunas empresas sobreviven, pero otras lo pasan muy mal. Entre ellas, Ubisoft parece ser de las más afectadas, llevándose cada vez golpes más duros y estando en una posición que hace incierto su futuro a partir de 2025. Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación? El popular youtuber BaityBait ha hecho un repaso a la historia reciente del estudio, señalando varios aspectos que explican el statu quo actual.
Lo primero de todo es la cultura tóxica. Ubisoft, como empresa, normalizó casos de abuso y acoso, especialmente contra mujeres. Cuando salieron a la luz, las investigaciones internas no sirvieron para nada, manteniendo a altos directivos culpables aún en sus cargos. Hablamos de personas que acabaron siendo arrestadas poco después de esas investigaciones, lo que claramente demuestra el mal hacer que se sigue manteniendo a nivel interno.
En segundo lugar están las prácticas anti-consumidor. Si existe alguna técnica para abusar de los jugadores y exprimir su dinero hasta el último céntimo, Ubisoft la ha aplicado. Sean micropagos, precios desorbitados, DRM o cierre de servidores, el estudio lo ha hecho. Y, cuando les han pillado, han parado un poco para luego volver a insistir.
Finalmente, Ubisoft ha saturado el mercado, aplicando las mismas mecánicas de juego en todas sus franquicias para acelerar los procesos de desarrollo y entregar de forma más rápida juegos a medio acabar, con bugs que provocan que sean recibidos de forma negativa y que el público les dé la espalda. No es lo mismo lo que significaba un lanzamiento de Ubisoft hace 20 años que ahora, cuando algunos pasan sin pena ni gloria.
El resultado es un golpe en bolsa que es cada vez más profundo, así como el retraso de la nueva entrega de la popular saga Assassin's Creed. ¿Será este movimiento suficiente para pulir el juego y lograr el aplauso de crítica y público? 2025 es un año incierto en el que Ubisoft igual se juega su mera existencia.