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POLÉMICA VIRAL
La última cancelación en redes a causa de un despropósito la protagoniza un creador de contenido que defiende el sexo sin preservativo.
Fortnite no solo es un juego para pasar las tardes con amigos, es un fenómeno global tan grande que sirve como lanzadera para los más hábiles dentro del juego. Que se lo digan a TheGrefg, Lolito o, en menor medida, a Llobeti4.
Es muy posible que si no eres un fanático del título de Epic Games no lo hayas escuchado, pero a poco que estés metido en el mundillo seguro que sí te suena. Es el nombre de batalla de Roger Llobet Bach, un catalán de 22 años que lleva tres surfeando la cresta de la la que ha provocado este battle royale.
Su habilidad le llevó a fichar en 2019 por Team Heretics, el club de deportes electrónicos del que es propietario TheGrefg, y desde entonces su carrera ha sido una bala. 300.000 seguidores en Twitter, el doble en YouTube e Instagram, y cinco veces más en Twitch (millón y medio) dan fe que lo que hace el chaval interesa. Y también lo que dice.
Por eso su última declaración se ha convertido en una irresponsabilidad incomparable a ningún truco desplegado en Fortnite. En un resbalón digno de Naím Darrechi, y probablemente buscando atención sin más, Llobeti afirmaba saber cuándo estaba enamorado: "cuando empiezo a usar condón con las otras". A la hora de escribir este texto todavía puede encontrarse el post en Instagram, pero lo ha borrado del resto de sus redes.
Su breve tiktok con semejante burrada se ha convertido en el objeto de cancelación durante toda la tarde, y no es descartable que hasta su club se pronuncie sobre la actitud del pro de los esports.
"Ha sido bonito, toca borrar" dijo en redes en algo ni remotamente parecido a una disculpa, recordando a todos sus seguidores que en su DNI puede poner 22 años, pero que parece tener la madurez de alguien mucho más joven.
La imprudencia, broma o simple provocación de ese calibre suele tener muy mala acogida en redes, como ha sido el caso. Hay quien lo bautiza como "marcarse un darrechi", quizá lo más lejos que se puede estar de un piropo en términos influencers.
En definitiva: mejor si Llobeti se centra en Fortnite antes que en sus libertinos y peligrosos consejos. Twitter no perdona.