El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
Preguntamos a activistas por los derechos de los animales
2019 pasará a la historia como uno de los años más intensos en materia electoral: los comicios en el ámbito municipal, autonómico, nacional y europeo coincidirán en el plazo de unas pocas semanas. Y aunque el último CIS apunta que un la mitad de los electores aún no tiene decidido su voto, la cifra tenderá a reducirse una vez se acerque la cita con las urnas.
Si en algo coinciden todas las encuestas es en el peso, cada vez mayor, que van a tener los sufragios de los animalistas, un sector de la población que no para de crecer. Prueba de ello es el fulgurante ascenso del PACMA, el único partido que se define como animalista, especialmente en instancias como el Senado, donde pasó de 64,947 votos en 2004 al millón doscientos mil de 2016. En las últimas elecciones andaluzas duplicó su número de votos, y hay quien apunta que sus opciones de entrar en el Parlamento Europeo, donde la circunscripción única beneficia a un partido como el suyo, son ahora myores que nunca.
Ante esa realidad, en los sectores animalistas se vive estos días un intenso debate: votar al PACMA o hacerlo a otras formaciones, fundamentalmente de la izquierda. Porque en eso no hay debate: a ninguno le gusta el más que predecible aumento de la ultraderecha, que ha señalado precisamente a los animalistas como sus antagonistas y enarbolado la defensa de la tauromaquia o la caza.
“En las últimas elecciones voté a Podemos, y creo que en las generales lo volveré a hacer”, señala Sergio, madrileño. “Hoy por hoy creo que es el voto útil para frenar a la derecha, algo que me genera mucha inquietud. Pero lo haré con la nariz tapada, porque en materia de derechos de los animales han sido una decepción absoluta. Para las europeas votaré a PACMA, porque creo que tienen más opciones de conseguir representación. Y lo que se decide en Europa respecto a los animales tiene mucho peso”.
Paula, asturiana, también tiene claro que votará a la izquierda. Lo hará pese a que
que, reconoce, “en materia de derechos de los animales ninguno de los partidos de izquierda me da confianza”. ¿Y PACMA? “Tampoco me convence: creo que no se han posicionado lo suficiente políticamente para no perder votos: han sido muy tibios. Creo que un partido animalista tiene que ser claramente de izquierdas. Porque es la izquierda la que debe defender a todos los oprimidos, incluidos los animales”.
En ese sentido, Paula recuerda algo que muchos pasaron por alto la última vez que Podemos e IU concurrieron por separado a las elecciones. “En materia animalista el programa de IU era el más ambicioso”, opina. “Incluso en algunos aspectos, más aún que el de PACMA. Si se presentaran independientemente de Podemos, no tendría dudas”. Hoy por hoy, no termina de verlo claro.
Javier, activista extremeño, es crítico con PACMA y con “ese discurso de que no son ni de derechas ni de izquierdas. Entiendo que con él consiguen el voto de gente despolitizada, pero no puedo evitar preguntarme qué pensará de ello una persona que no llega a fin de mes o que va a ser desahuciada, en una sociedad con menos derechos cada día gracias a las políticas neoliberales”, explica. Eso sí: a Javier tampoco le convence Podemos. “Se arriman al sol que más calienta, y utilizan el animalismo como reclamo para ganar votos. Unos jetas”, asevera.
“Como vegano y antiespecista, yo voto a PACMA”, cuenta Óscar, de Barcelona. Y enumera sus razones. “En asuntos como la tauromaquia, Podemos es cobarde y se queda a medias: PACMA apuesta por la abolición. Respecto a la caza, los morados dicen una cosa u otra dependiendo de la zona para no perder votos: PACMA quiere acabar con ella. ¿Santuarios? PACMA quiere regularlos: Podemos no sabe ni lo que son. Y así con todo: zoos, circos con animales, uso de pieles, consumo de carne… Son cosas de las que habla PACMA, que está concienciando a la gente con términos como veganismo, explotación animal, especismo, sintiencia…”
Óscar lo tiene, pues, muy claro: su voto útil va para la formación que preside Silvia Barquero. “En mi opinión, son lo más parecido ideológicamente a querer erradicar el uso de animales en beneficio humano. Por eso creo que es necesario votarles si soy fiel a mis ideas”.
Matilda, madrileña y ligada desde hace años al movimiento por los derechos de los animales de la capital, aún no tiene claro si votará. De hacerlo, no será ni a PACMA ni a Podemos. “Nunca he sido muy de Podemos. En el pasado he votado varias veces por PACMA, pero ahora mismo siento mucho miedo por que gane la derecha, y aunque tras las últimas elecciones había decidido abstenerme, ahora me estoy replanteando dar mi voto al PSOE con tal de que no ganen”.
Laura, de Madrid, es animalista, pero también partidaria de algo que no comparten el resto de sus compañeros de batallas: la abstención. “No voy a votar en ninguna de las cuatro elecciones”, asegura, algo que genera no pocas críticas entre muchos. Ella explica sus motivos: “Creo que no es posible cambiar las cosas participando de un sistema que está pensado para que nada cambie. Y votar te hace cómplice de ello”, argumenta.
En materia de derechos de los animales, Laura cree que la batalla no está en ningún parlamento, sino en la calle. “Como cualquier otro avance social, primero se lucha y después se plasma en las leyes. Rara vez ha ocurrido al revés”. En ese sentido, se muestra convencida de que, “si se consigue que las cosas mejoren para los animales, será porque los partidos toman nota de una demanda social creciente”.