Liada tras liada... Así son las meteduras de pata de ¡Martita! en su aventura por Barcelona
NO SOLO ‘Overlord’
La nueva película de la factoría de J.J. Abrams sobre la Segunda Guerra Mundial, ‘Overlord’, en la que un grupo de paracaidistas del Día D se encuentra detrás de las líneas enemigas y descubre un pueblo con secretos terribles, parece ser la última incorporación al improbable lore de los zombies nazis. En esta selección diseccionamos las películas más importantes del subgénero.
No vas a ver en ‘The Walking Dead’ a muertos vivientes en uniforme militar, cascos y esvásticas. Los zombis nazis no son exclusivos de videojuegos tremendamente populares como ‘Wolfenstein’. Lo creas o no, hay todo un subgénero de cine dedicado al azote del siglo XX, convertido en zombie. En la última de esta tendencia del cine de terror, ‘Overlord’, vemos laboratorios, experimentos, supersoldados, sueros reanimadores y militares muertos con superfuerza. Pero estos horrores de trinchera ya han conocido versiones de menor presupuesto que han ido condensando la idea de que hay muertos vivientes que dan más miedo si ya venían hechos unos hijos de puta de fábrica.
‘Revenge of the Zombies’ (1943)
Dirigida por Steve Sekely, director de ‘El día de los trífidos’, tenemos un primer acercamiento a la idea de soldados revividos por un científico loco. John Carradine tenía cierto currículum en el puesto y esta vez crea zombies con cadáveres de militares e incluso con el de su propia esposa. En realidad, ‘Revenge of the Zombies’ era una semi-secuela de la exitosa comedia de terror de la Monogram ‘King of the Zombies’ (1941). En estas películas, en lugar del tradicional vudú como la fuente de reanimación, los guionistas Edmond Kelso (que escribió la primera película) y Van Norcross optaron por una fórmula con hierba venenosa como base del experimento del Mad Doctor, que realiza sus aberrantes monstruosidades en una mansión en algún lugar de los pantanos del sur. El Mengele de turno ha convertido al personal de la mansión en zombis para crear un ejército de criaturas para los nazis. Pero al final hay una revuelta de zombies contra su maestro, como era habitual en estas cintas primigenias del subgénero.
‘The Frozen Dead’ (1966)
El científico nazi Dr. Norberg (Dana Andrews) intenta revivir a varios soldados nazis congelados para que el Tercer Reich resurja nuevamente 20 años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a Norberg le sale la cosa regular, puesto que sus nazis descongelados son incontrolables asesinos que intentan estrangular a cualquiera que se acerque.
Entre las complicadas artimañas del plan de acción de Norberg también se encuentra el convertir a la mejor amiga de su sobrina Jean en una cabeza viviente, al estilo de ‘El cerebro no quería morir‘ (1962). Vamos, que tenemos una serie B totalmente disfrutable que, además, resulta algo perturbadora en sus escenas de cadáveres con vida, adelantándose a esa sensación que conseguía ‘Re-Animator’ (1985) de convertir al cuerpo humano en una masa de carne maleable y sin voluntad. Por si tienes dudas de que es especial, una de sus imágenes icónicas es una pared de brazos cortados que cobran vida y estrangulan a los nazis.
‘Ondas de choque’ (1977)
Mujeres en bikini, efectos baratos y soldados zombies subacuáticos con gafas de buceo. Nada puede salir mal en esta historia sobre un grupo de turistas que se quedan varados en una isla con extraños habitantes después de que su yate encalle. Un ex comandante de las SS (Peter Cushing), les revelará el secreto de la isla: ¡Un ejército de muertos vivientes nazis ha estado dormido desde los años cuarenta y quieren conquistar el mundo! Lo cierto que las apariciones del pequeño batallón de podridos tiene mucho encanto siniestro, con planos apareciendo en el agua que han sido reproducidos por unas cuantas películas del subgénero, y en las que se les ve bajo el agua también tienen un efecto más inquietante de lo que su premisa nos pudiera hacer parecer.
‘El lago de los muertos vivientes’ (1981)
Una aldea francesa es invadida por soldados nazis muertos en la Segunda Guerra Mundial que han regresado como zombies. Nada nuevo, ¿No? Esta tiene en común con ‘Overlord’ que tiene lugar en Francia, pero esta se considera una especie de clásico entre los devotos del género y del Euro-horror. Sin embargo no es una de las muestras más decorosas, ni siquiera dentro de su espectro exploitation, con el mismísimo Jesus Franco largándose del proyecto por una disputa con el presupuesto para luego irse a hacer la muy similar, pero intratable ‘La tumba de los muertos vivientes’. Fue reemplazado por Jean Rollin, lo que explica que la película empiece con mujer desnuda nadando en el lago del título siendo atacada, claro, por un pelotón de zombies nazis. Y eso es lo que vas a encontrar en el resto de la película. Muchos muertos andantes nazis y muchas chicas haciendo muchas cosas desnudas.
‘El Búnker’ (2008)
No confundir con ‘The Bunker’ del 2001, que también era una película de terror bélica, ya que su título original es ‘The Outpost’. Esta se ha convertido en una de las películas de zombis nazis más populares de los últimos años, en parte debido a algunas actuaciones sorprendentemente dignas para una cinta de esta categoría y sus escenas de acción y violencia.
La película sigue a un grupo de mercenarios que escoltan a un científico y empresario a través de una Europa del Este devastada por la guerra. Una vez que llegan al puesto de avanzada se encuentran con algunos restos de experimentos nazis de la Segunda Guerra Mundial. Pero claro, estos no eran algo exclusivamente del pasado, y acaban enfrentándose a todo un ejército de zombis nazis casi invencibles que acechan en un búnker cercano, con la correspondiente guerra entre los vivos y los no muertos. Generó dos secuelas, ‘Outpost: Black Sun’ (2012) y ‘Outpost: Rise of the Spetsnaz’ (2013).
‘Zombis Nazis’ (2009)
Con el sucinto título que lo explica todo, este filme de horror escandinavo se estruja poco la cabeza con su premisa: un grupo de estudiantes despierta a un ejército de zombis nazis mientras esquían en una parte remota del norte de Noruega. Y eso es todo. Eso sí, todo está tratado con un tono de comedia de terror todavía tratando de repetir el éxito de ‘Shaun of the Dead’ (2004) o ‘Slither’ (2006).
No es fácil hacer reír con el miedo y la primera mitad goza de un humor de parvulario lamentable que no se esfuerza en crear una sola línea de guion fuera de los clichés más casposos: el gordo salido o el caca-culo-pedo-pis como norma. A pesar de ello, su siguiente tramo es un despiporre de gore alucinado con muertos vivientes de las SS que merece la pena ver al menos una vez. Su secuela reincide en el humor imbécil pero es incluso superior.
‘War of the Dead’ (2011)
Parece una frase hecha, pero afirmar que esta “Guerra de lo muertos” es un ‘Overlord’ del Mercadona (o marca Día) es bastante acertado. Su trama cuenta como un oficial de la Gestapo realiza una serie de experimentos médicos con prisioneros rusos y dos años después, esos soldados serán encontrados por las fuerzas finlandesas y estadounidenses, en una misión para apoderarse de un búnker subterráneo en la frontera soviética. Peor que una emboscada soviética son los superhombres del Reich de ultratumba y, através de bunkers, trincheras, pozos y bosques librarán una batalla por sobrevivir. Efectos especiales pobretones pero bien acabados, buenas localizaciones y un ritmo predominante en acción, es mejor que lo que podría hacer parecer sus medios de producción a vídeo.
El ejército de Frankenstein (2013)
Ambientada en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, esta modesta cinta de terror tiene más de un elemento en común con ‘Overlord’. Aquí tenemos a un escuadrón de tropas soviéticas investigando una iglesia aparentemente abandonada después de recibir una misteriosa llamada de socorro.
Lo que no podían esperar es encontrarse con el descendiente directo de Víctor Frankenstein, que ha estado trabajando duro para reanimar y mutar a los nazis caídos en un último esfuerzo por revertir la guerra en favor de Hitler. Tiene estética de Found Footage, lo que intensifica el horror filtrado en los planos en los que las estrambóticas y neocárnicas creaciones, casi cyber-steam-punk, aparecen por los pasillos de la guarida del horror de Frankenstein junior.