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FUERON UN CAOS Y DESTRUCCIÓN EN ESTADO PURO

Los rodajes más desastrosos e infernales de la historia del cine

Un rodaje puede llegar a convertirse en un campo de batalla. En una catástrofe. En un infierno. En cualquier cosa excepto en un lugar maravilloso. Algunas de las mejores películas de la historia quizá son lo que son gracias a que sus rodajes fueron caos y destrucción en estado puro. Hay muchos, pero estos cuatro son sólo la punta del iceberg.

Lost in La Mancha Agencias

Probablemente, del que más hemos oído hablar en los últimos tiempos es quizá del 'Quijote' del ex 'Monty Python' Terry Gilliam: “Hacer mi versión de Don Quijote es un tumor cerebral que tengo que extirpar como sea”.

Estas son algunas de las palabras que Gilliam dedica a su particular obsesión por el Ingenioso Hidalgo. En 2002, gracias a 'Lost In La Mancha,' un excelente documental en formato making of, fuimos testigos de la titánica odisea en la que se aventuró el director de '12 monos' y de las consecuencias de un desastre de dimensiones épicas.

Aviones de la OTAN sobrevolando las localizaciones, un clima veraniego metamorfoseándose en terribles tormentas, la doble hernia de disco que obligó a Jean Rochedort, su 'Alonso Quijano', a abandonar, las compañías aseguradoras quedándose con todo al sexto día de rodaje, en fin, una pesadilla inimaginable.

Orson Welles también lo intentó, y otros muchos, pero todos fracasaron. El clásico de Cervantes está maldito. Pese a todo, hay una buena noticia. Terry Gilliam lo ha conseguido, tras 17 años de lucha, ya tiene su Don Quijote listo para el 2018. Esperemos que esta vez sí pueda vencer a los gigantes.

Tras el súper éxito de los dos 'Padrinos,' Coppola, en lugar de disfrutar de su fama, riqueza y poder, hipotecó su vida entera con el fin de materializar una de sus obsesiones, su personalísima adaptación de 'El corazón de las tinieblas' de Joseph Conrad, el resultado, 'Apocalipse Now.' Coppola, al igual que Gilliam, llevaba años y años obsesionado con este proyecto.

Así que, ni corto ni perezoso, se mudó con toda su familia al infierno. Eleanor Coppola, su mujer, decidió filmar y editar una experiencia que duró casi 3 años, su título, 'Corazones en tinieblas,' uno de los mejores documentales sobre rodajes que vas a encontrar. Coppola llegó a decir: “No es una película sobre la Guerra de Vietnam, esto es Vietnam”.

Estas palabras sintetizan a la perfección lo que supuso aquel rodaje. Martin Sheen sufrió un infarto de miocardio tan terrible que incluso llegaron a administrarle la extremaunción. Un tifón arrasó todos los decorados. Hubo una guerra civil en Filipinas, país donde estaban rodando. Un Marlon Brando que, pese a cobrar 1 millón de dólares por semana, se negó a adelgazar y a aprenderse el guion. 'Apocalipse Now,' uno de los peores rodajes de la historia y una de las mejores películas de la historia.

'Tiburón' fue, en su momento, la película más taquillera de la historia, recaudó más de 100 millones de dólares. Spielberg, pese a contar con sólo 28 años, se enfrentó a uno de los rodajes más tormentosos que puedas imaginar. Pese a su juventud, Spielberg dejó claro desde el principio que estaba dispuesto a convertirse en el futuro Rey Midas de Hollywood. Su capacidad de riesgo no conocía límites.

En lugar de rodar en una piscina controlada, prefirió hacerlo en en una playa de verdad, más concretamente en la de 'Martha’s Vineyard.' Evidentemente no contó con un tiburón de verdad, sino con uno mecánico que terminó siendo una chatarra que casi nunca funcionaba, por eso sólo lo vemos durante 4 minutos en toda la película.

El barco donde navegaban los protagonistas se hundió 2 veces. En una de las secuencias hubo un accidente y Roy Scheider tuvo que romper a golpes el cristal de la cabina para salir y no ahogarse. El caza-tiburones que interpretó Robert Shaw se pasó el rodaje borracho como una cuba y mantuvo constantes broncas con su compañero Richard Dreyfuss. Un rodaje que se estiró de 52 a 155 días. Muchos de los secretos de 'Tiburón' los encontrarás en 'The Shark Is Still Working.'

Gilliam, Coppola, Spielberg y Herzog, cuatro cineastas con visiones muy dispares sobre lo que significa hacer películas y que sin embargo tienen en común pertenecer a esa raza de cineastas megalomaníacos, perfeccionistas y obsesivos que son capaces de llegar hasta límites casi inhumanos con tal de materializar dichas visiones.

El alemán Werner Herzog es quizá el menos conocido de los cuatro. Es uno de los cineastas y documentalistas más personales, insobornables e interesantes que haya conocido el cine. A él le debemos títulos como 'Nosferatu' o 'Aguirre, La cólera de Dios.' Al hablar de Herzog es imposible no hablar del actor Klaus Kinski. Su extrema relación de amor/odio fructificó en cinco películas.

En 1982 estrenaron 'Fitzcarraldo,' en la que un egocéntrico y excéntrico melómano pretende construir un teatro de la ópera en plena selva amazónica. No merece la pena detenerse en 'Fitzcarraldo', ya que todos los rodajes del tándem Herzog/Kinski fueron auténticas epopeyas. Fueron rodajes complejos, intensos, violentos, adjetivos que describen la personalidad de Kinski, un ser diabólico, delirante e indomable. Lo mejor es ver el documental 'Mi enemigo íntimo,' todo está aquí.

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