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NINGUNA TELE QUISO COMPRAR LA SERIE 'DISTOPÍA'
Todas las series de televisión nacen en una sala de reuniones, cuando los ejecutivos de las cadenas deciden dar la luz verde o tirar los proyectos a la trituradora. Sin ese visto bueno, las ideas rechazadas se las llevará el tiempo y jamás verán la luz. No es capricho de los directivos, es pasta. Es sólo una cuestión de pasta.
No hay un arte más caro que el de la televisión: 10 millones de dólares por cada capítulo de Juego de Tronos, por ejemplo. Se entiende que si algo puede costar 10 millones es porque, por lo menos, espera recuperar lo invertido.
Si las series de televisión fueran un arte, sería la primera vez en la historia de la humanidad que un arte narrativo SÓLO se puede hacer con una montaña de dinero. La gente normal no puede andar haciendo series, como mucho webseries (y no es lo mismo).
Tal vez vivimos en una distopía, una donde estamos completamente inmersos en qué historia nos quieren contar Netflix o HBO, y dónde no hay lugar para las series que ellos no han aprobado, que les incomodan, o que ellos consideran que no son de nuestra incumbencia.
Tal vez este es un universo de consumo que nos hace creer que entendemos de política por seguirle el rollo a House of Cards, y luego estamos como estamos (en EE.UU. y aquí).
¿Qué necesidad tienen las grandes cadenas de televisión de producir series sobre historias necesarias, sociales o arriesgadas? Respuesta: las contarán en la medida de que eso sea una tendencia, y por tanto se convierta en algo consumible. Y no voy a profundizar más en esto, que ya hablé de este tema cuando Netflix lanzó Okja y los animalistas se me tiraron al cuello creyendo que no me gustan los cerdos transgénicos.
'Distopía' es una serie española que no logró pasar el filtro de las cadenas y plataformas a las que fue presentada. Durante dos años lo intentaron mostrando un piloto ya rodado y los ejecutivos de televisión finalmente respondieron negativamente a que en España tengamos nuestro propio Black Mirror.
Para el capítulo piloto decidieron contar la historia del secuestro de un ministro, y como le utilizan para impostar una decisión muy democrática: si los españoles votan mayoritariamente “MUERTE”, el ministro morirá. Si votan “VIDA”, saldrá libre. La vida del político está en sus manos, y debe convencer a la masa de que merece seguir vivo utilizando una cámara de vídeo y sus palabras.
Pero las televisiones votaron muerte, y Distopía no vio luz verde. Pero esta vez la decisión de las cadenas no ha prevalecido, no del todo. Filmin ha rescatado el proyecto y estrenará el 4 de agosto el capítulo piloto, titulado 'Ciudadanos'. Sólo un capítulo, el único que fue grabado.
Servirá este lanzamiento como llamada de atención, a la industria y a todos nosotros. 'Distopía' es lo que las cadenas han rechazado, algo hay en esa serie que no les ha convencido, pero: ¿qué pasaría si a nosotros sí nos convence? ¿Qué pasaría si votamos VIDA para “Distopía”?