El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
@NORCOREANO
Llevo dos días llamando a la Casa Blanca sin obtener respuesta. Me da rabia, por un lado porque es la primera vez que estoy dispuesto a entablar una conversación con el enemigo, como hacía Gila; y por otro porque tenía una broma preparada: “¿Es la Casa Blanca? Pues que se ponga el negro”. Pues no ha sido posible, no hay manera de que me cojan el móvil. Primero pensaba que se debía a la inexistencia de relaciones diplomáticas bilaterales entre los dos países, pero estoy empezando a pensar que quizás se deba a que le he llamado a cobro revertido, estamos recortando gastos El motivo de mi llamada era hacerles un anuncio: tenemos un rehén. Tenemos un rehén americano imperialista, un americano de verdad, de raza. Uno de esos que podría invitar a la capitana del equipo de animadoras al baile de fin de curso pero no sabría decirte dónde está Madrid. Se llama Otto Frederick Warmbler y es un estudiante que estaba haciendo turismo en nuestro país (solo a un americano se le ocurre).