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LA CANCELACIÓN DEJA DEMASIADAS TRAMAS ABIERTAS
La repentina cancelación de la ficción creada por las hermanas Wachowski, Lilly y Lana, y J. Michael Stracynski ha dejado a los ‘sensates’ con un ‘no final’ demasiado abrupto. Las protestas de los fans vía redes sociales no han servido de nada, así que cada uno tiene que imaginar en su cabeza qué final le daría a la serie. Este es el nuestro, el mío.
Netflix, la plataforma especializada en resucitar series que otros cancelaron o dieron por acabadas –léase ‘Las chicas Gilmore’ y ‘Arrested Development’, por ejemplo– dio carpetazo hace solo unos días a una de sus series mejor valoradas entre el público y la crítica, ‘Sense8’. ¿Por qué cancelarla si tanto valor tenía? Porque los números no cuadran. La de las hermanas Wachowski era una serie en la que audiencia y presupuesto no iban de la mano.
Esa fue las explicación que dieron a sus responsables y protagonistas, lo contaba Brian J. Smith en una extensa carta publicada tras la cancelación, y es la oficial. Decía el actor en su misiva tuitera que sabe, por su “experiencia previa, que una vez que la cancelación es anunciada no hay marcha atrás”. No le falta razón al cabecilla de los ‘sensates’. Pero también es cierto que no sería la primera en resurgir de sus cenizas.
Son muchos los fans que piden y sueñan con la posibilidad de que Netflix honre con un capítulo especial que sirva de cierre a esa serie que ha dado “voz a muchas personas, algunas de ellas estaban encontrando coraje para vivir su naturaleza y defender sus derechos” y que habla de “empatía, diversidad, amor, aceptación”, en palabras de Miguel Ángel Silvestre en su emotiva despedida de la serie y del equipo.
Siguiendo con los mensajes en redes sociales para contextualizar el asunto, el publicado por la compañía en su cuenta de Instagram da por zanjado el tema. En él aseguran ser conscientes de todas la quejas y peticiones de renovación, pero que no pueden. “Muchas gracias por ver la serie y esperamos que os quedéis junto a nuestro grupo en todo el mundo. #SensatesForever”, les dicen a los fans.
Ante esto, y a la espera de que las hermanas Wachowski se manifiesten al respecto y decidan hacer público cuál sería el final de una de sus mejores creaciones en años, el único camino que le queda al fan de ‘Sense8’ es imaginar cómo cerraría todas y cada una de las tramas abiertas. Porque si algo ha dejado la serie, además de un hueco difícil de llenar –no hay una serie actualmente que apueste tanto por la diversidad como esta– es que todo está por cerrar.
Un bazuca y una batalla final épica
Así que, como seguidora de ‘Sense8’ y de todo lo que hacen las Wachowski, vamos a intentar darle un final, mi final, lo más digno y satisfactorio posible, a estos ocho personajes con los que hemos empatizado a lo largo de 23 capítulos que han sabido a poco. Y sí, dado que a las creadoras de ‘Matrix’ les va lo de los desenlaces felices, este será de esos. No podría ser de otra forma.
¿Qué pasa con Wolf?
La mayor preocupación de los seguidores de ‘Sense8’ tras el último capítulo es ¿qué pasa con Wolf? La última imagen que tuvimos de él fue siendo torturado en una camilla de la SCB echado espumarajos de sangre por la boca. Hay que sacarle de ahí, ¿cómo? La escena es nítida en mi cabeza, Kala (Tina Desai), armada con un bazuca irrumpe en las instalaciones como si fuese la mismísima Rambo porque, a veces, un bazuca es la mejor opción. Quienes hayan seguido ‘Sense8’ lo entenderán.
Con Wolf a salvo, la guerra sí que puede comenzar. Sin él, el resto del clan no puede ganar la guerra que Will (Brian J . Smith) le declaró a Whispers al final de la segunda temporada. Esta, la guerra, tiene que ser espectacular, con muchas peleas, muchas explosiones, muchas persecuciones como las vistas en la segunda tanda y muchas bajas. Estas últimas, en el lado de los malos, claro. El clan protagonista ha de acabar intacto.
Los primeros en caer tienen que ser Whispers (Terrence Man) y Jonas (Naveen Andrews). El primero, por ser un villano con todas las letras. Repulsivo, sanguinario, odioso. El segundo, por ser un traidor y un cobarde. Lo ideal sería que Jonas, como ya le sugería él mismo a Will, optase por el único camino posible según él y se suicidase mientras Angélica (Daryl Hannah) le observa allá donde esté. Porque está muera, pero en realidad nunca se ha ido.
Quién está detrás de los sensates
El final del Caníbal sería más épico, más potente visualmente. Algo así como la batalla entre Neo y el Agente Smith en la última de ‘Matrix’ pero con Whispers y Will en los papeles de los contendientes principales. Un cara a cara que acabaría con el primero mordiendo el polvo. Pero como Will es poli, en lugar de matarlo, conseguiría encarcelarlo. En una sala fría, oscura, acolchada y atiborrado de inhibidores.
Quién está detrás de la SCB y de la persecución de los sensates no está claro del todo, pero puede que el gobierno tenga algo que ver. Es algo recurrente en el género de la gente con habilidades especiales. Una organización gubernamental secreta que actúa en la sombra y se dedica a secuestrar y experimentar con quien es diferente. Por eso, lo de salir a la luz, igual mejor no, que ya se ha visto en otras historias como ‘Héroes’ o la franquicia ‘X-Men’ que no suele dar buen resultado.
Además, en ‘Sense8’ hay una facción de sensates en la que destaca la pérfida Lila, dispuesta a aniquilar al homo sapiens para darle al homo sensorium el dominio del mundo. Ese no es buen final, que para eso es una serie que predica valores como la tolerancia y la empatía. A estos es mejor arrinconarlos y hacerles caer por su propio peso. Otra batalla como la del bar entre ella y Wolf sería lo ideal, pero más en campo abierto.
Ganaría Wolf, por supuesto, condenando a los sensates megalómanos al ostracismo mientras los más empáticos salen a la luz entre ellos y establecen una red de conexiones a nivel mundial. No pueden mostrarse ante el homo sapiens, pero sí al menos ante sus iguales.
Una boda, vidas recuperadas y un Oscar para el ‘final season’
Con la guerra ganada, porque no hay duda de que la ganará el clan protagonista, ¿qué harán los ocho sensates? ¿Qué pasará con ellos? Por partes y uno a uno. A Wolfgang (Max Riemelt) ya lo hemos rescatado de su tortura y, por fin, podrá estar cara a cara y físicamente con Kala. Saltarán chispas, eso seguro. Se irán a vivir a París, a ese piso comprado por Raja, marido de ella, que ha acabado en la cárcel por sus chanchullos farmacéuticos.
Capheus (Aml Ameen) ha ganado las elecciones y ha puesto en marcha sus políticas sociales para hacer de Nairobi un lugar mejor. Ha contratado a su periodista favorita y recientemente ascendida a pareja sentimental como jefa de prensa. Curar a su madre no puede, pero sí al menos aliviarle el malestar al conseguir un tratamiento fiable y continuado.
Will recupera su placa y vuelve como un héroe a Chicago. Nomi (Jamie Clayton) y Amanita (Freema Agyeman), con la ayuda de Bug (Michael X. Sommers), han conseguido limpiar su mancillado historial. Riley (Tuppence Middleton) se muda con él a la cuidad y vuelve a su carrera como DJ, ahora sin tener que ocultarse. Y, ya puestos, tienen un bebé muy mono, que en esta serie faltan niños.
La escena final
Sun (Doona Bae), con la estrecha colaboración del inspector Mun (Sukku Son), demuestra que su hermano es un corrupto y un asesino y consigue que sea juzgado y condenado. En prisión, débil como es, no aguanta y se suicida. Ella recupera el control de la empresa familiar, limpia su imagen y sigue con su extraña relación de sexo y peleas con Mun. De vez en cuando también quedan para ir al cine, a ver una de Lito o de Van Damme, y salir a cenar.
Nomi, que ya no tiene que esconderse, y Amanita por fin pueden darse el ‘sí quiero’ que han tenido que posponer por culpa de la guerra. Celebran una boda por todo lo alto y con todos sus seres queridos alrededor. Bug, los tres padres y la madre de Amanita, la familia al completo de Nomi y los sensate no se lo pierden. Algunos, como Riley y Will, están entre los invitados físicos. Los demás, en espíritu.
La escena final de ‘Sense8’ sería la de Lito (Miguel Ángel Silvestre) en el escenario del Dolby Theatre de Los Angeles recogiendo el Oscar como mejor actor de manos de las hermanas Wachowski. Su discurso sobre la diversidad, la igualdad, la empatía, el amor, la aceptación y todos esos valores que defiende ‘Sense8’ acabaría con “si os soy sincero, yo nunca he tenido tanto miedo. Me he pasado toda la vida fingiendo ser algo que no era. Y para convertirme en lo que quería ser, no podía ser lo que soy. Soy homosexual”. Mientras Hernando (Alfonso Herrera) y Daniela (Eréndira Ibarra) aplauden llorando a lágrima viva en el patio de butacas. FIN.