Internet está lleno de de oportunidades para encontrar pareja. Tinder, Badoo, Ashley Madison (EJEM)... Millones de personas están buscando gente para tener una relación pero, ¿cómo encontrar a alguien verdaderamente especial? ¿Dónde está la gente que es verdaderamente como tú y que se podría convertir en tu media naranja de verdad? Vamos a ver 3 páginas web absurdamente especializadas donde, quizás, pueda estar el futuro padre o madre de tus hijos. ¿Dónde puede estar tu alma gemela si …
3 … eres Amish? http://www.amishdating.com/ ¿Eres Amish pero, por alguna razón que no entiendo, sí que dispones de un ordenador o de un móvil con conexión a Internet? ¿Eres, en definitiva, un Amish de siglo XXI? A lo mejor encuentras limitado la disponibilidad de parejas interesante en tu comunidad, descontando primas cercanas, claro. ¿Quieres encontrar una mujer para ayudarte a arar, hacer mantequilla, domesticar mulas o lo que sea que hagan los Amish? Entra en Amish Dating y sorpréndete. Procura quedar a una hora un poco ambigua (la puesta del sol, por ejemplo) porque los Amish no tienen reloj.
2… Trabajas en una funeraria. http://www.dead-meet.com/ ¿Eres enterrador, embalsamador, o el trabajo malrollento que sea que tenga que ver con muertos? A lo mejor eso limita tus conversaciones de fin de semana a la hora de ligar . “ Así que tú trabajas en una oficina, no? Bueno. Yo maquillo cadáveres que..A DÓNDE VAS…¿por qué corres????” Si conoces a tu pareja aquí no tendrás que dar explicaciones por ese olor tan raro que traes y podrás compartir impresiones de películas de Tim Burton y discos de The Cure durante una cena romántica.
1…Tienes una enfermedad de transmisión sexual determinada. http://www.stdmatch.net/ ¿Eres chico o chica? ¿Qué estás buscando? ¿Qué enfermedad sexual tienes? Así de honesto es el concepto de esta web que no quiere mentirle a nadie. Nada de “tengo que contarte algo. Tengo Herpes” . Es todo “LOS DOS TENEMOS HERPES, FIEEEEESTAAAA” . Un de perdidos al río total. La mejor explicación para tus hijos del futuro de “ Cómo conocí a vuestra madre” . “Verás, hijo. Ambos teníamos hongos y entonces…”