El aterrador momento en que un estudiante de piloto abre la puerta de un avión en el aire
No es un fake, esto va en serio
No es ninguna broma. No es un tráiler falso. Es una película de duración tradicional y está en camino. El cine baratuelo, con premisas chifladas y dirigido al mercado de vídeo o vídeo bajo demanda (VOD) siempre ha sido caldo de cultivo para proyectos basura con todo tipo de calidades, presentaciones y resultados.
El mal llamado “cine cutre” o “cine malo” es a menudo una consecuencia de un sistema de distribución y demanda insaciable que reclama nuevos productos mensuales y que a menudo no cuenta con demasiado presupuesto para llegar a ofrecer un filme competitivo con otras obras con más medios.
Dentro de ese mercado se puede encontrar uno con maravillas chuscas, planteamientos casposos y locuras de guion que nacen bien de la ineptitud o la incapacidad por limitaciones técnicas, pero el resultado suele ser un desastre.
Hay desastres involuntarios, los mejores, que acaban resultando divertidísimos y dignos de ver una y otra vez con grupos de amigos. Sin embargo, hay otro grupo de cine z que sabe sus limitaciones y trata de crear películas imposibles con el mínimo presupuesto posible. Y ahí están las ‘Sharknado’ y otras variaciones del cine de tiburones con CGI de cinco euros la hora y constante referencia a su propia incapacidad.
Esas son películas, ahora sí, deliberadamente malas, y carecen de cualquier encanto más allá de la frase de su premisa. Por ejemplo “un huracán lleno de tiburones”.
El caso de ‘Velociraptor’ no es tanto un producto de canal SyFy o de la casa Asylum como un homenaje al cine Grindhouse, el cine de los 70 que se creaba para sesiones dobles de madrugada en dónde era habitual encontrarse premisas totalmente chifladas.
El fenómeno no es nuevo y ya se hizo en otros fenómenos virales como ‘Kung Fury’, que mezclaba todo lo que la cultura de los 80 ofreció y nadie acababa de acordarse, alejándose de la imagen que de ‘Stranger Things’ de la era y reflotando el cine de acción con artes marciales, la música heavy melódica y a David Hasselhoff.
Dentro de este subgénero de comedia hay otras joyas que buscan más cierta alabanza a los 70, como por ejemplo la divertidísima ‘Black Dynamite’, que se limitaba a imitar el estilo de las blaxploitation americanas confiando en que el resultado sería suficientemente chocante a día de hoy.
‘Velocipastor’ trata sobre un sacerdote (Gregory James Cohan) que viaja a China, en donde entra en contacto con un antiguo artefacto que le araña y le transmite el poder milenario de convertirse en un dinosaurio.
Aunque inicialmente es reticente a usar esa nueva habilidad, su amiga prostituta (Alyssa Kempinski) le convence de utilizar sus capacidades sobrehumanas para luchar contra la amenaza de los ninja que ha comenzado a asolar la ciudad. ¿Suena loco? La idea lo es, pero no es nueva. Su creador, Brendan Steere, ya había hecho un corto en 2011 que se hizo también viral, una especie de tráiler falso para el proyecto que ahora toma forma de largometraje.
Tras un periodo de crowdfunding, Steere ha terminado su película y se estrena por primera vez en la sesión especial de medianoche del Texas Frightmare Weekend, el 3 de mayo.
Por lo pronto, el resto del mundo solo podemos ver el nuevo tráiler lanzado por la productora, MVD Entertainment Group. En él podemos ver al padre Jones por el bosque, gritando como si se estuviera transformando en Hulk. Al final, su esencia no es muy diferente al héroe Marvel puesto que pasa a su nuevo estado monstruoso tras una mutación. En las imágenes aparece defendiéndose en ropa interior en una habitación llena de ninjas.
Luego, la narración nos resume los puntos básicos de su conflicto mientras le da una paliza a un hombre que admite haber asesinado durante una confesión. Luego el padre Jones, como cualquier licántropo, asume que la noche anterior se convirtió en dinosaurio y se comió a una persona. Le sigue una nueva escena de acción con el Velocipastor contra los ninjas y música punk a todo volumen.
El final es una frase lapidaria del hombre la iglesia, que afirma a otro que "Dios quiere que muera mucha gente". ‘The Velocipastor’ no tiene grandes estrellas, no cuenta con elaborados efectos visuales ni tiene pinta de apuntar a los Oscar del año que viene, pero en los circuitos de festivales y proyecciones independientes puede encontrar un espacio de culto, si logra sobrevivir a la mala memoria de internet para los virales. O quizá tan solo sea eso, la clásica idea de un maravilloso tráiler falso alargada en una película que no tiene claro qué quiere ser, como ‘Mendigo con metralleta’ o el binomio de ‘Machete’.