ESTÁS ON FIRE
Hay veces en que te entra el impulso de hacer cosas productivas, pero la adrenalina del momento no te permite aclararte sobre a qué deberías dedicarle tu esfuerzo. Estos son algunos trucos para evitar que la motivación desaparezca y puedas sacarte varias tareas de encima.
Los picos de productividad son algo muy habitual en la mayoría de personas. Lo normal es no tener siempre la motivación para hacer cosas productivas o completar tareas, y es por eso que estos pequeños momentos de empuje deben ser aprovechados al máximo, antes de que desaparezcan para dar paso a otra fase de pereza. Te traemos algunos consejos para que la próxima vez que tengas uno de estos momentos de productividad loca sepas cómo aprovecharlo.
Es muy importante tener una agenda o bloc de notas en el que vayas apuntando todas las tareas y responsabilidades que debes completar, para que así puedas establecer un orden de cuáles son las más importantes o urgentes. Cuando te llegue ese momento de motivación, sabrás por dónde debes empezar de inmediato, y no andarás entre dudas sobre dónde tendrías que poner tu atención.
Parece un truco estúpido, pero siempre que te entre la duda entre hacer algo o dejarlo para otro momento, interrumpe todas las excusas que se te están ocurriendo, cuenta hasta tres y ponte a hacerlo. Los pensamientos intrusivos son los peores enemigos de la productividad y del bienestar; pasar a la acción sin pensárselo dos veces es la mejor forma de que no te frenen.
Completar algunas tareas supone cambios tan poco perceptibles que a veces preferimos no esforzarnos en hacerlas. Reflexiona sobre por qué hacer eso va a mejorar tu vida: tener un entorno ordenado, cuidarte físicamente, quedar con tus amigos… Todas esas pequeñas cosas hacen que te sientas mejor, y aunque dejar pasar una pequeña tarea no suponga una gran diferencia, puede generar un efecto dominó que afecte a tu estado emocional. ¡Ser productivo es también una forma de cuidar de tu salud mental!