FAIL ÉPICO

Cosas que no deberías hacer cuando estás ligando por WhatsApp: fail edition

El tremendo fallo de este chico cuando intentaba impresionar a su ligue a través de WhatsApp ha hecho que muchos se den cuenta de que, a veces, es mejor ser sincero y usar tus propias palabras que buscar la forma más impactante de decir lo que sientes.

Pareja.Pixabay

Las redes sociales han facilitado mucho la formación de nuevas conexiones y la comunicación entre posibles parejas, pero también han traído consigo una serie de limitaciones tecnológicas que el ligoteo en persona no tiene. A la hora de textear, son muchos los que dan vueltas y vueltas a la forma más interesante y atractiva de responder a sus crushes, pero eso a veces puede llevar a tener fails tan tremendos como los de este chico, que se hizo viral en su momento y ahora ha sido traído de vuelta.

La labia es una virtud que no todo el mundo consigue desarrollar, sobre todo durante sus años de juventud, y es normal que los menos ingeniosos consulten con alguien cuál es la mejor forma de responder a un mensaje de la persona que les gusta. Pero una cosa es consultarlo, y otra reenviar directamente las ideas que te haya pasado tu amigo, sin ningún tipo de filtro. No es solo que se vea la señal de "Reenviado", sino que decidió mandar también los mensajes que no estaban pensados para ser sugerencias, como el "Nose, o algo del royo".

Si algo ha demostrado este tuit, es que hay dos tipos de personas muy peligrosas en lo que se refiere a los ligues: los que están dispuestos a decir cualquier cosa que suene bien, sin importar si les representa o no (como el protagonista de este fail), y los que son capaces de inventarse cualquier discurso ñoño aleatorio con tremenda facilidad (el amigo del protagonista, un manipulador emocional en potencia). Con ejemplos como este, no es de extrañar que las personas sean cada vez más escépticas y menos románticas, ya que en redes sociales es muy fácil que te engañen con palabras bonitas que no significan nada. Pero habrá que mantener la esperanza… ¿no?

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