UN ORIGEN DESCONOCIDO
Cuando piensas en un meme, probablemente te vienen a la cabeza imágenes de gatos gruñones o vídeos de bailes virales en TikTok. Pero, el concepto original detrás de esta palabra es mucho más profundo y tiene un origen inesperado. Un gen egoísta, una idea y el poder de las redes. ¡Descubre de dónde viene esta extraña palabra!
Aunque hoy en día la palabra meme se utiliza para describir prácticamente cualquier tipo de contenido viral y humorístico en internet, su verdadero origen es mucho más científico y serio. La palabra fue acuñada en 1976 por el biólogo evolutivo Richard Dawkins en su libro El gen egoísta. Dawkins definió el "meme" como una unidad de información cultural que se transmite de una persona a otra, como una idea, una moda o un comportamiento. Lo comparó con un gen biológico, que se replica y se propaga a través de la herencia genética. Sin embargo, en lugar de genes, los memes culturales se replican de mente en mente. Esta idea, de hecho, se ha replicado a la perfección en la era digital.
Dawkins utilizó este término para explicar cómo las ideas evolucionan y se propagan a través de una "selección natural" cultural. Los memes más exitosos (los que son más pegadizos, interesantes o útiles) se replican más rápido y sobreviven, mientras que los menos exitosos desaparecen. Este concepto se ha trasladado a la perfección a las redes sociales, donde una imagen o un vídeo se puede convertir en viral en cuestión de horas.
A diferencia de los genes, los memes no se transmiten necesariamente de forma vertical (de padres a hijos), sino de forma horizontal, entre pares. Un meme puede pasar de una persona en Madrid a otra en Tokio en segundos, sin ningún tipo de parentesco.
Con el auge de las redes sociales, los memes se han convertido en una poderosa forma de comunicación, reflejando y moldeando la cultura popular a una velocidad vertiginosa. A través de ellos, la gente puede compartir opiniones, expresar emociones y crear lazos de comunidad. El viaje de la palabra meme desde la biología evolutiva hasta las plataformas sociales es uno de los mejores ejemplos de cómo una idea puede evolucionar y adaptarse para sobrevivir, demostrando que, incluso en la inmensidad de internet, las ideas más fuertes son las que perduran.