INSULTAR CON ELEGANCIA
Desahogarse nunca había sido tan fácil como con esta lista de injurias en desuso que dejarán a todos sin respuesta.
¿Te parece aburrido tener que utilizar los mismos tres insultos básicos de siempre? ¿Necesitas renovar tu catálogo de vocabulario despectivo? No te preocupes, con nuestra recopilación de insultos del castellano antiguo podrás dejar sin habla al próximo que venga a tocarte las narices.
Adefesio
Hay quien piensa que es un simple sinónimo de ‘feo’, pero su significado es mucho más elegante que eso. Es un insulto que se usaba para describir a aquellas personas que eran extravagantes de más; es decir, a los attentionwhores del siglo XVII.
Bellaco
Uno de los más conocidos de esta lista, hay quien todavía lo usa en tono de coña. Se emplea para lanzar un agravio a quien se considera untraidor. Guárdatelo en la manga para la próxima ocasión en la que alguien se coma la última aceituna sin avisar.
Bultuntún
Dícese de la persona que tieneincontinenciaverbal. O sea, el típico pesado que no calla ni debajo del agua. La próxima vez que tengas que cruzarte con una persona de este tipo, suéltale un “¡Bultuntún!” y te quedarás bien a gusto.
Candongo
Todos los trabajos en grupo suponen aguantar a ese típico vago que, a parte de decir que sí a todo por el grupo de WhatsApp, no hace gran cosa. Cuando te cruces con uno de estos, ya puedes chivarte a tu profesor y decirle que está hecho un candongo.
Estólido
Este es muy simple. Si te cansas de llamar a la gente “tonta”, “estúpida” y demás, te dejamos una nueva palabreja que añadir al repertorio: estólida, utilizada antiguamente para hablar de quien no pensaba al decir las cosas.
Macandón
Estamos seguros de que has tenido alguna vez un amigo muy macandón. Se usa para describir a esa persona que actúa con falsedad, y que siempre está dispuesta a clavarte un puñal por la espalda cuando menos te lo esperas. Una joyita de persona, vaya.
Petimetre
De estos seguro que conoces a unos cuantos. Es un insulto que se utilizaba para criticar a aquellas personas que vivían siempre preocupadas por quedar bien y tener una buena apariencia. El equivalente a lo que a día de hoy sería un postureta en toda regla.
Quitahipos
Para el último dejamos al insulto más feo de todos, literalmente. Antiguamente se llamaba “quitahipos” a las personas que fuesen tan, pero tan feas, que fuesen capaces de quitarte el hipo del susto. Vemos difícil recuperarse de un insulto como este.