¿Está bien usar la 'X' o la '@'?
Estas son las recomendaciones que la Fundación del Español Urgente recomienda para un lenguaje inclusivo.
El debate sobre el uso correcto o incorrecto del lenguaje inclusivo es amplio y polémico. Hay quienes consideran que expresiones como ‘todes’, ‘niñes’ o ‘alumnes’ son una completa aberración para la lengua, mientras que para otras personas son necesarias para reivindicar la presencia femenina o de todas aquellas personas que no se identifican con las identidades de género tradicionales.
La Real Academia de la Lengua se ha pronunciado y posicionado firmemente en contra de este tipo de lenguaje neutro pero ¿qué tiene que decir la Fundéu?
Esta Fundación del Español Urgente suele estar más a la orden del día y responder a las dudas que surgen en torno a la actualidad del día a día. Fundéu se ha hecho eco de la demanda de una parte de la sociedad de un lenguaje más inclusivo, sobre todo un lenguaje que sea feminista y que represente al colectivo LGTB. Para ello ha creado una breve guía para intentar arrojar un poco de luz sobre este asunto.
Para la Fundéu el masculino es genérico, es decir, se trata de un género no marcado que puede emplearse tanto para referirse a los individuos del sexo masculino como a todos los individuos de la especie sin distinguir el sexo, siempre y cuando el contexto sea el apropiado.
Por este motivo, desaconsejan utilizar la ‘@’ o la ‘X’, ya que consideran que más que resolver un problema, lo que hacen es generar aún más confusión. Uno de los motivos principales que les llevan a tomar esta posición es que la ‘X’ y la ‘@’ resultan imposibles de pronunciar pero sí que se admiten en creaciones gráficas como pancartas.
Además, argumentan que la ‘@’ no es una letra sino un símbolo que puede confundirse en las redes como una mención o con el ‘@’ de las direcciones de correo electrónico y que los buscadores no lo saben interpretar.
Sin embargo, reconocen que emplear siempre el masculino conlleva a invisibilizar a las mujeres: “Los cambios gramaticales son más lentos y complicados que los ortográficos o léxicos. No solo necesitan campañas o detonantes aislados, sino que deben ser cambios generalizados: cuando la mayoría de los hablantes en su día a día, con naturalidad, entiendan que el femenino es más adecuado que el masculino en algunas situaciones y lo empleen así, estaremos ante un fenómeno mayoritario; este uso del femenino será un consenso tácito en la mente de los hablantes. Y entonces la Gramática académica, notaria de la lengua, previsiblemente registrará que el masculino ya no es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto”.
¿Y qué se puede hacer mientras para que nuestro lenguaje sea más inclusivo? Estos son algunas de las soluciones que proponen:
1. Introducir aposiciones explicativas: ‘Este equipo, compuesto por mujeres y hombres, está dispuesto a darlo todo’.
2. No anteponer el género masculino al femenino (decir ‘mujeres y hombres’, en lugar de ‘hombres y mujeres’)
3. Poner ejemplos de mujeres importantes o referentes para dar visibilidad (cuando, por ejemplo, tengas que hablar en clase de escritores o científicos).
4. Usa fotografías que no sean sexistas o con roles de género estereotipados.
5. Recuerda que los colores no tienen género
6. Omite el sujeto o el sustantivo si es pertinente: ‘puede enviar su currículo…’; ‘entrada gratuita para menores de 12 años’.
7. También puedes utilizar sustantivos colectivos (como ‘persona interesada’ o ‘la ciudadanía’) o sustantivos epicenos como ‘cónyuge’, ‘persona’, ‘víctima’, ‘clientela’ o ‘plantilla’.