IMPRESCINDIBLE
Los colores y la armonía cromática nos rodean: las flores, los paisajes... Pero también debemos aplicarla, no solo a nuestro rostro, sino también a nuesta vestimenta.
Seguro que has pensado más de una vez por qué a ciertas personas les quedan bien ciertos colores, pero a ti no. ¿Por qué no te queda bien el rojo y el azul sí, por ejemplo? Este fenómeno se denomina colorimetría y estudia los efectos del color y la armonía cromática.
Primero, para saber qué colores son los que te favorecen, hay que saber varias cosas: los colores se dividen en dos grupos. Por un lado, están los tonos fríos, que son los relacionados con el invierno: azules, verdes o morados. Por otro lado, se encuentran los tonos cálidos, que más bien tienen que ver con el fuego, y son rojos, amarillos y naranjas.
Cuando tenemos claros los dos tipos de tonos que existen, comenzamos a sacar matices. Por ejemplo, para saber cual es el tono de tu base de tu piel tan solo tienes que ponerte a la luz natural y saber si tiene matices rojos o amarillos. Si son rojos, tu tono predominante es el frío y, si es amarillo, el cálido.
Una vez sabemos de qué tonalidad es la base, vamos a lo importante. ¿Qué es la armonía cromática y para qué sirve? El color de tus ojos, de tu piel y de tu cabello marcan la línea de colores que hay que seguir, cuáles te favorecen más y cuáles menos. Estos dos tonos (frío y calor) se dividen a su vez en subgrupos: primavera, verano, otoño e invierno.
Para saber qué estación somos, hay un filtro muy práctico en TikTok. Es muy fácil, solo tenéis que encontrar qué colores os sientan mejor conforme van cambiando. ¡Se ve al instante y notas mucho cuáles si y cuáles no!
Una vez sabemos qué estación somos, ahora queda saber qué colores nos favorecen más. Si eres primavera, apuesta por los tonos pastel, el rojo, el amarillo, el verde claro y el azul cielo. Por el contrario, si eres otoño, piensa en los colores de los árboles: naranja, marrón o verde.
Si tu piel es invierno, recomendamos el fucsia, el morado o el azul; tonos fuertes que contrasten con tu piel. Por último, si predomina el verano, tu gama cromática varía desde el morado oscuro, hasta el verde, pasando por el celeste o el gris.
Ahora solo queda poner en práctica lo que has aprendido en este artículo y comenzar a sacarte partido. ¡Que este año nada te impida lucir lo mejor de ti!