HEALTH FIRST
El VIH, el virus causante del SIDA, es uno de los contagios que más preocupan cuando se trata de salud sexual. Aunque la sanidad pública ofrece tests para todo tipo de ETS de manera gratuita, hay quienes prefieren hacerse las pruebas en casa. Te contamos cómo.
Cualquier persona que tenga una vida sexual activa y, sobre todo, con parejas sexuales diversas, tiene la responsabilidad de cuidar especialmente de su salud sexual. Aunque los métodos de barrera son el paso imprescindible para esta protección, el testeo es también un paso a incluir en estos cuidados, para poder comprobar si se ha producido algún contagio, y así detectar y tratar el problema lo antes posible. La sanidad pública ofrece de forma gratuita la realización de este tipo de tests para todas las ETS existentes, pero hay muchas personas que sienten reparo a la hora de someterse a este tipo de pruebas. Para ellos, existen los tests que se pueden realizar en casa.
Para hacerse una prueba de VIH en casa, por ejemplo, no hay más que comprar los kits de testeo que se venden en farmacias físicas y online. Tienen un precio aproximado de entre 25 y 30 euros, y están diseñados para realizarse de forma fácil e intuitiva. ¿Cuál es el riesgo? Que estas pruebas pueden no ser tan precisas como las que se realizan en un centro de salud; además, cuestan dinero y es necesario testearse de cada una de las enfermedades por separado.
Lo cierto es que la mejor opción será siempre acudir a un profesional de la salud para vigilar la propia salud sexual. Una persona con una vida sexual activa debería realizarse pruebas para todos los tipos de ETS cada pocos meses, sin que sean nunca más de seis. Hay enfermedades que pueden generar consecuencias muy graves en muy poco tiempo, así que no lo dejes correr y preocúpate por estar testeado. No corras riesgos por miedo o por vergüenza de que los profesionales de la medicina te realicen las pruebas que sean necesarias.