FURIA SONORA

Qué es la misofonía y cómo saber si la sufres

El mundo está lleno de ruidos de todo tipo. Algunas personas ni lo notan, mientras que otras acaban totalmente desquiciadas por algunas clases de sonido. ¿Qué diferencian a unas de otras? Te contamos por qué no tienes la culpa de que te molesten los ruidos de otras personas al comer.

Mujer irritada.Pixabay

Levanta la mano si te ha pasado esto: llega el invierno y estás feliz porque es la época de sopas. Hace frío, sí, pero al llegar a casa podrás tomarte un caldo o una sopa de cocido que te calentará tanto el cuerpo como el espíritu. Os sentáis a la mesa, dispuestos a comer en familia. Y cuando estás a punto de rozar la gloria y la felicidad, algo te saca de tus casillas. Es tu padre, sorbiendo como si no hubiera mañana y haciendo un ruido al que ni un volcán en erupción osaría llegar. La cena queda truncada y tu gozo queda en un metafórico pozo. El mundo es gris, la noche oscura. No queda felicidad.

Bueno, vale, quizá es algo exagerado, pero seguro que más de uno leyendo esto os identificáis. Puede ser una sopa, pero también otros sonidos, hasta toses según qué personas. La culpa de que os saque de vuestras casillas no es vuestra, sino de la misofonía. ¿Qué es la misofonía? Si miramos a la Wikipedia, la definen como "un trastorno neurológico que consiste en la intolerancia a los sonidos cotidianos producidos por el cuerpo de otras personas, como comer, sorber, toser, masticar, o también por sonidos producidos al utilizar ciertos objetos, los cuales pueden desencadenar ansiedad y conductas agresivas en el paciente".

¿Cómo puedes saber si la sufres? De base, si te identificas con el párrafo previo, seguramente estás más cerca de sufrirla que de no sufrirla. Si esa es tu reacción habitual ante esos sonidos, la solución más simple es la correcta. Los motivos pueden estar en experiencias desagradables con los sonidos, o en el hecho de que sufras ansiedad o estrés. Además, existe toda una escala midiendo cómo te afectan los sonidos, lo que a su vez te permite colocarte dentro del espectro. Esperamos que no estés en el nivel 10, dado que el asunto podría llegar a la violencia física. Por supuesto, el diagnóstico real debe venir de un experto médico, pero al menos con esto tienes algunas respuestas.