Por qué el orgasmo ayuda a conciliar el sueño: la explicación científica

Más allá de las bromas que se puedan hacer al respecto de dichos como "Vladimir, una paja y a dormir" o "No hay insomnio que dos pajas dure", lo cierto es que alcanzar un orgasmo es una forma eficaz y demostrada de hacer que el cerebro alcance un estado en el que sea mucho más fácil conciliar el sueño. Aunque este es un asunto que se ha debatido largo y tendido a lo largo de los años, un hilo viral sobre el tema ha hecho que cientos de personas lo discutan una vez más; esta vez, con explicaciones específicas sobre el proceso químico que ocurre para explicar este fenómeno.

Una situación estresante es una de las causas más habituales de insomnio leve para la mayoría de personas (no se incluyen en esta discusión a las personas que sufren de insomnio grave y que necesitan medicaciones específicas). Tener muchas responsabilidades que cumplir o estar a punto de enfrentarse a un momento importante puede ejercer una gran presión en nosotros, y hacer que la parte de nuestro cerebro que se encarga de la planificación se encuentre más activa de lo normal. Es por eso que las sustancias que nos ayudan a ser más productivos son también las que nos dificultan el sueño.

Cuando una persona alcanza un orgasmo, la actividad en esta parte planificadora del cerebro (el lóbulo frontal) se reduce notablemente. Es por eso que, durante una relación sexual, si la persona está implicada en lo que está haciendo, se siente más desinhibida y no se preocupa tanto por sus problemas o por la corrección social; se deja llevar más por sus impulsos. Tras alcanzar el clímax, el cerebro da paso a una fase de relajación en la que se segrega una notable cantidad de serotonina (este aspecto del sexo ha sido favorecido evolutivamente, ya que hace sentir bien a las personas después de mantener relaciones). Esta hormona es también la que se necesita para relajar todo el cuerpo y conciliar el sueño, de ahí que un orgasmo sea un atajo eficaz para dormirse cuanto antes.