Qué pasa si suspendes las seis convocatorias de una asignatura de la universidad

Prácticamente todos los estudiantes universitarios son capaces de dar un ejemplo de una asignatura que parecía imposible de aprobar. Por lo general, estas tasas de suspenso tan altas en algunas materias en concreto se deben a una profesora o un profesor duro de roer, y no son pocos los alumnos que han estado a punto de no graduarse por culpa de una asignatura de este tipo. Por suerte, son varias las oportunidades que los estudiantes tienen para intentar aprobar una asignatura: hasta seis, que pueden repartirse en los periodos de tiempo que cada alumno prefiera. Pero, ¿qué opciones quedan cuando se agotan esas seis oportunidades?

Por lo general, las universidades permiten, bajo ciertas condiciones, tener un "año de gracia" o una oportunidad extra de presentarse a la evaluación de esa asignatura. Lo normal es que, para tener esa evaluación extra, necesites haber aprobado un mínimo de los créditos totales del grado, para evitar que haya estudiantes que acumulen muchas de estas "séptimas oportunidades".

Si eso falla, puedes hablar con tu profesor y con la universidad para ver si es posible que se te perdonen esos créditos faltantes. Esto es muy habitual cuando has completado todas las asignaturas de la carrera, pero hay una que se te resiste. Si has tenido buenas calificaciones a lo largo del grado, es mucho más probable que te perdonen esa materia.

Si nada de esto funciona, solo queda la rematriculación en una universidad diferente. En ese caso, tendrán que convalidarte las asignaturas de todo el grado, y es posible que haya algunas materias más que tengas que cursar. Si no, otra opción es admitir la expulsión de la universidad y volver a presentarte cuando te readmitan, uno o dos cursos después; retomarás el grado en el punto en el que lo dejaste, no tendrás que empezar de cero.