NOT TOO USEFUL
Son muchas las personas que ni siquiera conocen la existencia de los preservativos vaginales. Te contamos la historia de este invento que no convenció a prácticamente ninguna de las personas que lo probaron.
La mayoría de comercios que venden métodos anticonceptivos se limitan a ofrecer preservativos para el pene, a pesar de que existan también preservativos para la vagina. Este método de barrera, que protege contra todo tipo de infecciones y no solo de los embarazos, se empezó a producir hace varias décadas, pero su uso no ha terminado de extenderse entre la población. Hoy analizamos el fracaso de un preservativo casi desconocido.
El preservativo vaginal es similar, en estructura, al masculino: su función es la de cubrir la vulva y el interior de la vagina, de forma que se elimine el riesgo derivado de cualquier tipo de interacción sexual. Es la forma más eficaz de que una persona se proteja cuando está practicando sexo oral a otra persona con vulva, y también puede utilizarse como protección durante la penetración.
¿A qué se debe la falta de popularidad del preservativo vaginal? Un poco de imaginación será suficiente para deducir que no es, precisamente, el método anticonceptivo de barrera más cómodo de utilizar: se mueve mucho y es fácil que acabe desplazándose al interior de la vagina si no se sujeta con los dedos. Esto reduce la fluidez de las relaciones sexuales, y es por eso que la mayoría de las personas que lo descubren lo rechazan de inmediato.
Aun así, siempre está bien saber de su existencia e incluso probarlo, ya que son muchas las personas que sí lo encuentran útil. Es una forma de dar a las mujeres más control al respecto de la protección de su salud sexual, y es indispensable si se quiere mantener sexo oral de una forma totalmente segura. Pero, si crees que no es para ti, recuerda utilizar otros métodos de barrera que te protejan de todas las infecciones posibles, y no olvides testearte cada pocos meses para que, si ocurre alguna infección, sea detectada cuanto antes.