CUERPO Y MENTE
Esta creadora de contenido ha logrado un enorme alcance con un vídeo en el que reflexiona sobre el origen de nuestro deseo por tener un cuerpo delgado.
La relación de cada persona con su cuerpo es totalmente diferente, y puede cambiar mucho con el tiempo. Pero lo que sí es una generalidad es que la mayoría de personas desean o preferirían tener un cuerpo delgado, ya que muchos entienden que ese es el estado óptimo y más atractivo en el que su cuerpo puede estar. Las mujeres son, sin duda, las que más sufren las consecuencias de este tipo de pensamientos, que han ayudado a generar todo un negocio en torno a ello: desde expertos en dietas a programas de entrenamiento personal, que muchas veces están más orientados a verse mejor que a sentirse mejor. La youtuber Soeun in Seoul ha propuesto un interesante debate sobre este tema: ¿por qué queremos ser delgados?
En este extenso vídeo-ensayo, Soeun se sirve de su background académico y de una profunda investigación para explicar el origen de la cultura de la dieta, de la división entre cuerpo y mente inculcada por la filosofía, y de la causa de muchos trastornos de la conducta alimentaria. Pero el punto clave del asunto es el siguiente: ¿qué podemos hacer para dejar de preocuparnos tanto por nuestros cuerpos?
La apariencia física no es reflejo del estado de salud de una persona. Por mucho que se argumente que perder peso puede ayudarte a "mejorar tu autoestima", hay muchas personas que se deciden a cambiar sus cuerpos, más que a mejorar su estado de salud. La obsesión con los resultados, las medidas, el peso o la estética son muy habituales entre las personas que entran en una dieta y una rutina de ejercicio específicas. Aunque tomar una decisión como esta pueda tener grandes beneficios, también puede perjudicar la salud mental de las personas y generar frustraciones cuando no se obtienen los resultados esperados.
La delgadez no es deseable; el bienestar lo es. A largo plazo, aprender a convivir con tu propio cuerpo es la única forma de vivir una vida verdaderamente sana y equilibrada. Uno debe aceptar las formas que su cuerpo tenga, y los cambios que pueda sufrir con el paso del tiempo. Tratar de cambiar lo que la naturaleza quiere hacer es lo mismo que renunciar a la propia identidad.