sexo
Te explicamos en qué consiste esta peligrosa práctica sexual que supone un abuso sexual.
Aunque de primeras suene como uno de los términos de los que solemos hablar en nuestro crushcionario, lo cierto es que se trata de una mala práctica a la hora de mantener relaciones sexuales.
El stealthing significa sigilosamente o con sigilo y consiste en retirar el preservativo en mitad de la relación sexual sin comunicarlo a la pareja y, por lo tanto, sin el consentimiento de esta.
El término llevaba usándose en la comunidad gay desde 2014 pero no saltó al foco mediático hasta 2017, cuando la abogada Alexandra Brodsky cuando habló de esta práctica (popular entre los jóvenes) en un estudio que se volvió muy popular y que tenía como objetivo conseguir una ley que regulara este abuso que Brodsky considera como una violación.
El peligro de este abuso es más que evidente: se están violando las condiciones del encuentro sexual así como el consentimiento previo que había y se pone en riesgo la salud de la otra persona. Con la retirada del preservativo ya no solo existe la probabilidad de un embarazo no deseado sino también el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Los hombres que lo realizan lo justifican diciendo que sienten más placer sin el condón, que les apetece hacerlo en ese momento y no pensaron más allá o les excita ser descubiertos en esta infracción. Además, aprovechan cualquier despiste por parte de su pareja sexual así como los cambios de postura para realizarlo.
En ocasiones el engaño va a más y no sólo se produce la retirada del preservativo sino que posteriormente se vuelve a colocar o se finge que se acaba de retirar tras la eyaculación para no meterse en problemas. Esta práctica ha sido condenada en países como Suiza, Estados Unidos, Alemania, Singapur o España.
El Código Penal español no contempla el ‘stealthing’ como tal pero sí que lo considera como un abuso sexual en el apartado 1 del artículo 181 de los delitos contra la libertad sexual e indemnidad sexual: "el que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como responsable de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses".
Por el momento, en España se han realizado dos condenas por stealthing: uno en Salamanca y otro en Sevilla.