Hogar o cuartel militar: las estrictas normas que unos padres les han puesto a sus hijas y que han indignado a las redes
#FreeTheNipple
El director manchego es la última víctima de un mojigato código de conducta en las redes sociales, algo que saben bien otras personalidades como Mangel o Melo Moreno.
Cuesta creer que en pleno 2021 todavía haya gente que se escandalice por la visión de un pezón, pero todavía es más sorprendente que una red social que utilizan casi 1300 millones de personas sea capaz de censurar publicaciones que insinúan esa parte de la anatomía.
Es lo que le ha pasado al director Pedro Almodóvar con el cartel de 'Madres Paralelas', su próxima película. Prevista para estrenarse en otoño, ayer comenzó la promoción a través de medios online, con una imagen diseñada por Javier Jaén que deja ver un pezón (se supone que de una mujer) en lo que podría ser un ojo con una lágrima de leche.
"Sabíamos que nos lo podían tirar en Instagram, yo lo vuelvo a colgar, gracias por compartirlo", asegura en su perfil personal, donde tiene más muestras de su trabajo. Entre ellas hay un post premonitorio, publicado hace una semana, en el que él mismo censuraba las tetillas... de una vaca.
La polémica no es para nada nueva, y muchos influencers llevan denunciando mucho tiempo el doble rasero de Instagram a la hora de valorar los atributos femeninos. Melo Moreno fue una de las activistas más cabreadas con la plataforma, abanderó el movimiento #FreeTheNipple tras publicar una foto suya y de sus amigas en topless. Duró unas horas, en las que acumuló cerca de 400.000 likes.
Es un capítulo más en la incomprensible política de censura que llevan a cabo en la red social desde hace años. Nos viene a la cabeza el caso de Richard Barreira, quien sufrió en sus carnes otra muestra de censura. En realidad no fue en sus propias carnes, sino en la de un cocido que había cocinado su madre, y que Instagram prohibió por "violencia explícita, lenguaje que incita al acoso, bullying, desnudos y actividad sexual".
El autor, que no sabía dónde meterse con la sanción, fantaseó con una posible causa a todo el revuelo: "O la unidad censora de Instagram está gobernada por un o una vegana que nada más ver las fotos del cocido de mi madre tuvo unas ganas enormes de masturbarse al ver tanta carne o es un problema mental o simplemente es que son GILIPOLLAS y ya".
Más reciente pero igual de gracioso es el baneo a la publicación de ElRubius, quien amenazó con destrozar la casa de Mangel... en Karmaland. El youtuber acabó cumpliendo su promesa, y dejó testimonio de la prohibición de Instagram en la red social donde siempre son bienvenidas las quejas: Twitter. De nuevo, fue por "incitación a la violencia".
"La queja por la censura de pezones femeninos en Instagram va mucho más allá dequerer hacer lo que nos plazca", dice Melo Moreno. "Esa censura tiene todo un mensaje detrás y es precisamente ese mensaje el que hay que cambiar. El hecho de reivindicar pezones femeninos libres no significa ir en contra de los hombres. Es querer igualdad, es querer libertad".