Celebrar 'baby showers' y 'gender reveals' en España: ¿la americanización se está pasando de la raya?

No son pocas las costumbres estadounidenses que hemos ido adoptando a lo largo de los últimos años, pero hay algunas de ellas que todavía generan bastante rechazo en gran parte de la población. Mientras que festividades como Halloween están más que asentadas, por coincidir con costumbres similares del pasado como el Día de Todos los Santos, hay otras que reciben un gran odio cada vez que alguien las pone en práctica en España. Entre ellas, es probable que la del 'baby shower' y el 'gender reveal' sean dos de las más criticadas.

En un 'baby shower' lo que se hace es celebrar que una persona se haya quedado embarazada: se da una fiesta (tranquilita y sin alcohol de por medio, por supuesto) con amigos y familiares, y estos hacen regalos que tengan relación con el bebé que está por venir: ropa, accesorios, muebles infantiles… Como en los regalos de una boda, pero en versión mini-personita. Por otro lado, un 'gender reveal' es una celebración un poco más performática, que tiene como objetivo anunciar el sexo del bebé que está por llegar. Lo normal es que la pareja no sepa nada al respecto, y que sea una tercera persona la que organice si sale humo azul o rosa de la bengala que se va a encender en la fiesta.

La principal crítica que se hace a estas celebraciones, sobre todo a la del 'gender reveal', es que están, por lo general, cargadas de postureo y de ganas de dar un show para las redes sociales. Son muchos los influencers que se han animado a hacer este tipo de fiestas para crear publicaciones, y hay quienes opinan que este tipo de cosas se deberían vivir más en privado. Pero también es cierto que son muchos los que expresan que disfrutan de participar en este tipo de eventos, ¡así que quién es nadie para quitarle la ilusión a los demás!