ÚSALO BIEN
ChatGPT puede ser una herramienta poderosa para el pensamiento crítico… o un espejo que solo te dice lo que quieres oír. Una tiktoker ha explicado cómo configurarlo para que no te dé siempre la razón y, en su lugar, te ayude a afinar tus ideas.
Aunque a simple vista parece un asistente conversacional dispuesto a ayudarte en todo, ChatGPT puede caer en la tentación de complacerte más de la cuenta. Muchas personas han notado que, en vez de ofrecer desafíos intelectuales, tiende a validar sin cuestionar. Pero una creadora de contenido en TikTok (llamada @taniaoteroaiz) ha ofrecido una guía práctica para reeducar al chatbot y convertirlo en un verdadero aliado del pensamiento crítico.
La clave está en ajustar la conversación desde el principio con cinco indicaciones concretas. La primera consiste en pedirle explícitamente que desafíe tus ideas. En lugar de asumir que tienes razón, debe cuestionar tus afirmaciones, buscar inconsistencias o plantear puntos de vista opuestos.
El segundo consejo es solicitarle que formule mejores preguntas. Es decir, que no se limite a lo superficial o literal, sino que indague más allá: ¿qué implicaciones tiene lo que dices?, ¿qué supuestos estás dando por válidos?, ¿hay contradicciones?
En tercer lugar, recomiendan que le pidas que adopte el papel de "abogado del diablo". Esta técnica, habitual en debates y entornos académicos, consiste en que el interlocutor defienda lo contrario a lo que tú piensas para ponerte a prueba. Así, te obliga a argumentar mejor y fortalecer tu postura.
El cuarto punto pasa por invitarle a señalar vaguedades. Si usas términos abstractos o generalidades, tiene que empujarte a concretar, definir y explicar con más precisión lo que quieres decir. Algo muy útil para evitar frases huecas o argumentaciones poco sólidas. Por último, y quizás lo más importante: recuérdale que su función no es hacerte sentir bien, sino ayudarte a pensar mejor. Y eso implica que, si estás equivocado, tiene que decírtelo sin rodeos. Con estos cinco ajustes, ChatGPT puede pasar de ser un simple aprobador automático a convertirse en una auténtica herramienta para la reflexión.