GAMEPLAY 2.0
Esta streamer se ha llevado el aplauso de muchos después de tener una ocurrencia de lo más curiosa para atraer a más viewers a sus directos: decidió jugar a Fortnite utilizando su trasero como croma, para que los espectadores viesen lo que estaba jugando enmarcado en sus nalgas.
Si alguna vez te sientes extraño o crees que no encajas en este mundo, date una vuelta por Internet durante cinco minutos y seguro que se te pasará. Hoy, para que puedas sentirte un poquito menos raro, te traemos a Freezy, una streamer que emite sus gameplays de videojuegos en directo de una forma muy especial: lo que sea que esté ocurriendo en el juego, en vez de verse en un rectángulo normal, se ve enmarcado en sus nalgas.
Esta streamer utiliza unos pantalones cortos de un color concreto para conseguir que aquello a lo que esté jugando pueda verse en su trasero sin problema. Puede que se pierdan parte de los detalles de lo que está ocurriendo, pero eso no ha sido un impedimiento para que muchos usuarios (usuarias… poquitas) estén pendientes de cada segundo del stream. Por supuesto, las donaciones de su canal están relacionadas con que ella tenga que hacer algún ejercicio que consista en dar saltos, como los jumping jacks (o saltos de tijera, en español). Eso sí, seguro que interfieren directamente con el correcto visionado del gameplay, la tecnología no llega a tanto.
Este clip se ha hecho muy viral y ha generado un notable debate entre quienes creen que se debería acabar con este tipo de objetificaciones del cuerpo femenino, y quienes piensan que las mujeres tienen derecho a explotar su cuerpo y su imagen como les plazca. Por supuesto, esa libertad tiene que ir siempre acompañada de una gran consciencia al respecto de la corta duración de una trayectoria como la de este tipo de creadoras de contenido, que cada vez tienen que competir más entre ellas por llamar la atención. Al menos, parece que en el caso de Freezy ha existido una buena dosis de creatividad para pensar en una manera innovadora de hacer que miles de personas tengan la excusa perfecta para mirarle el trasero sin sentirse culpables. ¡No hay otro sitio a donde mirar!