Un niño de 8 años llamado Thomas Moore observó a su madre viendo un vídeo en Facebook en el que
una niña se había quedado sin pelo a causa del cáncer y él tuvo una magnífica idea. De un día para otro,
Thomas decidió dejarse crecer el pelo para dárselo a todos aquellos niños que sufren esta cruel enfermedad, la cual a causa de la quimioterapia, les hace perder el pelo.
Durante dos años Thomas no se cortó el cabello ni una vez y consiguió que le creciera muchísimo.
¡Mira que melena!
Cuando se lo cortó, Thomas pudo donar lo suficiente como para hacer nada más y nada menos que
tres pelucas.
Su tía no dudo en
compartir la solidaria aventura de su sobrino a través de las redes sociales, lo que le ha hecho alcanzar la fama por su genial gesto.
Aquí puedes ver el vídeo donde Thomas acaba con su pelo para
hacer felices a otros niños: