El espíritu navideño empieza a palparse entre la gente. Prueba de ello es esta iniciativa ideada por Tara Smith-Atkins quien, junto con su hija de ocho años y otros amigos, se han dedicado a colgar abrigos en las farolas de la ciudad de Halifax (Canadá) para ayudar a los sin techo a equiparse para el frío invierno.
Los niños repartieron los abrigos por las calles de la ciudad durante el cumpleaños de la hija de Tara. "Definitivamente, ellos han aprendido la importancia de esto", declara.
Sin duda, un maravilloso gesto que demuestra que la generosidad y los buenos actos no se han perdido del todo.
