VAYA BROMA
El vídeo, que ha conseguido hacerse muy viral en redes sociales, no acabó en tragedia por unos pocos centímetros.
En los últimos años, las despedidas de soltero se han convertido en eventos donde se busca mucho más que una simple noche de diversión en la ciudad. La tendencia actual es planificar actividades que generen fuertes dosis de adrenalina, llevando al límite la emoción y sorpresa de los futuros contrayentes.
Una de las actividades más populares desde hace años en este tipo de celebraciones es el puenting, que consiste en lanzarse al vacío desde un puente, sostenido por un arnés y una cuerda que garantizan la seguridad del participante. Para aumentar el nivel de emoción, es común que al novio o la novia se les lleve al lugar del salto con los ojos vendados, incrementando la sorpresa.
Recientemente, un vídeo que se ha hecho viral muestra una despedida de soltero que llevó esta práctica al extremo. Los amigos del protagonista lo hicieron creer que iba a realizar un salto de puenting, pero la realidad era muy distinta. Con los ojos vendados, fue conducido a lo que él pensaba era un puente. Sin embargo, el escenario real era una piscina.
Al llegar al supuesto borde del puente, el novio saltó solo para encontrarse con el agua de una piscina pocos metros más abajo. Afortunadamente, la broma no acabó en tragedia, aunque estuvo cerca. El salto acabó bien, pero por escasos centímetros el protagonista no se golpeó la cabeza contra el borde de la piscina. A pesar del susto, llevaba puesto un casco que podría haber evitado una lesión grave.
La broma, que ha generado tanto risas como críticas en redes sociales, sirve como recordatorio de la importancia de la seguridad en este tipo de celebraciones. Las emociones fuertes pueden ser parte de la diversión, pero siempre deben priorizarse la seguridad y el bienestar de todos los participantes. No vaya a ser que lo que debería de ser una celebración termine por ser una tragedia.