LA TOMATINA

Le grita desde el coche y ella lo echa a tomatazos: la viral reacción de una chica ante el acoso callejero

Una chica ha empezado a tirarle tomates a un hombre después de que este parara su coche frente a ella para insistirle en que se subiera con él. Frente a su reacción, el acosador no ha tardado en irse corriendo con su coche hecho un desastre.

Tuit viral sobre una historia de acoso callejero.fxckyoumore / X

La mayoría de las mujeres que sufren acoso callejero tienden a intentar evitar el conflicto y no responden por miedo a que estos puedan reaccionar peor, pero, aun así, son muchas las que están hartas de tener que callarse ante este tipo de situaciones. Y, por lo que parece, la chica que iba caminando frente a una tuitera es una de las que odian este tipo de actitudes, motivo por el que ha tenido una reacción tan sorprendente que la tuitera ha querido compartir esta maravillosa historia.

Tal y como ha explicado, ella se encontraba volviendo a su casa cuando un hombre ha parado su coche en medio de un paso de cebra para hablarle a la chica que iba frente a ella, a quien le ha empezado a pedir que se subiera al coche con él. Y, como era de imaginar, esto es algo que no le ha hecho ninguna gracia, motivo por el que ha decidido reaccionar de la mejor forma posible: cogiendo todos los tomates que acababa de comprar y lanzándoselos a él y a su coche.

En ese momento, el hombre rápidamente se ha callado y se ha ido corriendo con el coche todo manchado, algo que ha provocado que la tuitera alabe la puntería que tenía esta chica, ya que en un momento se lo ha dejado tan mal como si lo hubiera llevado a la Tomatina. Además, por si la reacción de la chica no hubiera sido suficiente, después de que se fuera el coche se ha girado para decirle a la tuitera que lo que lo malo es que ahora tenía que volver a ir a por tomates, algo que ha hecho reír a ambas a carcajadas.

Vivir una situación de acoso callejero no es para nada agradable, pero, sin duda, pasar este mal trago pudiendo vengarte llenándole el coche de tomates a la otra persona debe haberla dejado bien a gusto. Y, con un poco de suerte, este hombre habrá aprendido la lección y no volverá a hacer ningún comentario de este estilo a otra mujer por la calle.

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