IMPARABLE
El creador italiano suma seguidores a un ritmo vertiginoso, con vídeos muy sencillos que ponen en peligro el reinado de Charli D'Amelio.
Allá por noviembre de 2020 nos parecía una locura que alguien como Charli D'Amelio hubiera superado los 100 millones de seguidores en TikTok en poco más de año y medio. Solo ella había llegado a sumar esa cifra, un récord que se queda pequeño con lo que está consiguiendo Khabane Lame.
La historia del italiano con origen senegalés la hemos contado en otros artículos donde nos olíamos que lo suyo no era una moda pasajera, pero ver que ha alcanzado los 100 millones en menos de 6 meses supera hasta las previsiones más optimistas.
El tiktoker se ha vuelto ultrapopular a nivel planetario, gracias a un humor que no sabe de fronteras, para toda la familia y hasta riéndose disimuladamente del mundo de las tendencias que le ha hecho famoso.
A diferencia de Charli D'Amelio, que está más centrada en el mundo adolescente, Khaby apunta a públicos de todas las edades. Sus seguidores solo tienen que tener una cosa en común: sentido del humor. Además, la cutrez con la que edita, hace cromas o introduce efectos especiales recuerda a cualquier usuario que lo importante no son los medios sino el talento y la imaginación.
El hecho de que no diga ni una sola palabra en la inmensa mayoría de sus clips hace de él un símbolo del buen rollo internacional. De orígenes muy humildes, sigue viviendo en un pequeño apartamento de su pueblo italiano y agradeciendo en cualquier oportunidad lo bien que siempre se ha sentido dentro de su comunidad.
La vida desde luego le ha cambiado de forma espectacular, y el ritmo de sus vídeos sigue siendo imparable: publica dos o tres a la semana, ninguno de ellos con menos de 20 millones de visitas y a menudo supera con facilidad los 120 millones. Y eso solo en TikTok, donde -según estimaciones de Celebrity Networth- puede cobrar 50.000 euros por una simple mención a una marca.
Igual que Ibai en España, Khaby ya se codea con futbolistas y famosos que hacen cola para posar con él. No tiene pinta de que el tren de su fama vaya a detenerse en breve, y menos si sigue guardando las formas que le han convertido en un ilustre tiktoker: sencillez, autenticidad y mucho cachondeo. ¿El secreto del éxito?