Hogar o cuartel militar: las estrictas normas que unos padres les han puesto a sus hijas y que han indignado a las redes
NEGACIONISMO TIKTOKER
Lejos de corregir actitudes de las que ya se arrepintió en el pasado, la influencer carga contra los que la acusan de uno usar mascarilla y aprovecha para sembrar dudas sobre la pandemia.
Fernando Simón, uno de los máximos responsables en la lucha contra la COVID-19 en España, pedía insólitamente a los influencers que le echaran un cable para concienciar sobre la seriedad de esta crisis. Gente como Willyrex, Vegetta, Wismichu o Dulceida recogieron gustosos el guante, pero no todo es concienciación en el sector.
Miranda Makaroff tenía una exótica teoría de combatir cualquier enfermedad (y especialmente el coronavirus) con la mente, algo que dentro de la barbaridad -y obviando sus otros pensamientos locos- parece hasta sensato al lado de las opiniones de Marina Yers sobre la emergencia sanitaria que estamos viviendo.
"Os han lavado la cabeza con esto de las mascarillas", dice justificando el encuentro con una amiga en el que no llevaba mascarilla pese a no convivir con ella. "¿Qué problema tenéis? Si no me la quiero poner es problema mío".
La influencer se explicaba así en un tiktok que ya ha borrado por su negativa repercusión, donde además daba más detalles sobre su posición respecto a todo este asunto.
"No tengo personas mayores en casa, a mi madre le da igual, de hecho, no cree en el coronavirus y yo no me creo nada del Gobierno ni de los medios de comunicación", dice a casi cuatro millones de personas que la siguen en la plataforma musical. A su manera, incluso ella es un medio de comunicación.
No es ni mucho menos la primera vez que se mete en un lío por sus incongruentes reflexiones. El caso más famoso es el de "el agua no hidrata, sino que deshidrata", algo sobre lo que ya se ha retractado en muchas ocasiones y que hasta bromea sobre ello.
Parece sin embargo que ha llegado a esa conclusión después de que un médico le recomendara consumir dos litros diarios del líquido elemento, cientos de miles de tuits en su contra e incluso un retiro espiritual para alejarse de las críticas. Ojalá no tenga que contagiarse de COVID para que cambie otra vez de opinión...