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NI LO NOMBRES

Los nombres españoles más odiados en Twitter

La red social se ha cebado a criticar algunos de los nombres que considera más antisonantes o vergonzosos de la lengua española. Twitter siendo un hervidero de hate, para variar.

Los nombres españoles más odiados en TwitterPixabay

Twitter es un lugar al que muchos acuden para soltar todos los pensamientos tóxicos que rara vez se atreverían a pronunciar en persona. En esta ocasión, las víctimas de este odio aleatorio han sido múltiples, ya que los usuarios de la red social se han dedicado a criticar a los padres que deciden poner ciertos nombres a sus hijos. Pedimos disculpas por adelantado a aquellos que se sientan interpelados tras la lectura de este artículo.

En ocasiones, este criterio de lo que es ‘nombre feo’ tiene mucho que ver con el contexto político-económico en el que es educada una persona. No es inusual escuchar a muchos proletarios burlarse de lo feos que son los nombres típicamente asociados a la clase alta como Pelayo, Alejandra, Cayetano, Jimena, Borja… O que los más pijos se mofen de lo ‘vulgares’ que son ciertos nombres comunes en las clases más bajas, como Jonathan, Jessica, Jennifer

Pero, en general, cuando alguien habla de ‘nombre feo’ se refiere sobre todo a lo que se considera un nombre anticuado, pasado de moda, como de personaje histórico de los que te estudias para Selectividad. Estamos seguros de que te está viniendo más de uno de esos nombres a la mente ahora mismo.

Para terminar, tenemos a los progenitores que, directamente, deciden ponerse creativos e inventar nombres que ni siquiera existen. Parece un asunto anecdótico, pero hay testimonios en forma de tuit que nos demuestra que jugar a hacerse los originales puede llegar a dar muchos problemas.

Como siempre, todo es cuestión de gustos. Habrá quien piense que tu nombre es precioso, habrá quien lo aborrezca y habrá a quien ni le vaya ni le venga este asunto. ¿Y los tuyos? ¿Cuáles son los nombres que más odias? Twitter estará esperando a que acudas a expulsar todo tu veneno, como ya es costumbre.