VIRALES
Con tan solo cuatro años, la pequeña y valiente Everly Backe ya se ha sometido a tres cirugías importantes a corazón abierto, por lo que su padre ha buscado la forma de hacer que se sienta arropada por todos.
La solidaridad y preocupación de los padres por sus hijos no tiene límites, y gracias a las redes sociales, podemos ser testigos de los casos más llamativos, en los que los padres deciden poner el mundo "Patas arriba" por el bienestar de sus hijos. Este es el caso de un cariñoso padre que estuvo dispuesto a tatuarse el pecho la cicatriz de las operaciones a corazón abierto de su hija, con el fin de que nunca se sintiera sola o excluida.
Un padre de Chicago decidió solidarizarse con su hija de la forma más conmovedora posible al tatuarse la misma cicatriz que le quedó a la pequeña tras una operación a corazón abierto. Sus padres, Lauren y Matt, ambos de 37 años, se enteraron del defecto cardíaco congénito complejo de su hija mientras aún estaba en el útero y permanecieron a su lado mientras ella pasaba el primer año de su vida sometiéndose a otras dos cirugías a corazón abierto. Originaria de Illinois, Everly Backe, de 4 años, fue sometida a su primera operación a corazón abierto a los tres días de nacer por un defecto cardíaco congénito crítico. Antes de cumplir un año ya había sido operada tres veces.Actualmente muestra sin pena su cicatriz en el pecho, la cual es llamada "cierre" por su familia, debido a que los médicos deberán abrirla de nuevo para operarla, dijo su madre, Lauren Backe a Good Morning America. "Escuché a Evie mencionar sobre la cremallera, simplemente haciendo más preguntas de lo habitual", contó Matt Backe. "Pensé que si podía conseguir algo que fuera una réplica, podríamos ser amigos de cremallera y ella no tendría la sensación de estar sola", agregó.
"Decidí hacer eso para que no se sintiera sola, especialmente a medida que envejece y está en la playa o en la piscina o en cualquier caso, el hecho de que pueda mirarme y ser como , 'oh, no soy el único que tiene esta cicatriz'", confesó Matt. Desde entonces, Everly compara el tatuaje de Matt con su cicatriz y está feliz con el gran acto de amor de su padre. "Él no quería que yo estuviera sola. Quería ser especial como yo", expresó la pequeña.
Por el momento ningún otro miembro de la familia tiene el mismo tatuaje; sin embargo, el hermano mayor de Everly, Jack, de 10 años, aseguró que quiere hacerse la cicatriz de su hermana cuando cumpla 18 años. Por su parte, Lauren Backe se hizo un tatuaje referente a la condición médica de Everly, pero no es la cicatriz, se trata de un electrocardiograma tatuado en su brazo junto con las iniciales de sus hijos.
Nunca nos cansaremos de ver como estos padres se preocupan de sus hijos con necesidades especiales y muestran al mundo un ejemplo de como conseguir que los hijos vivan una infancia de felicidad plena. Es de aplaudir que un padre se tatué el pecho, pero lo es más, si ese tatuaje demuestra el amor incondicional hacía un ser querido...
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