El británico Paul Barton tiene 57 años y tras una visita al santuario Elephants World en el año 2011 decidió que quería pasar el resto de su jubilación allí. En lugar de ayudar en las labores normales de este tipo de santuarios Barton ayuda tocando el piano para los animales.
La primera vez que se sentó en su piano, un elefante ciego llamado Plara fue el que más se acercó a curiosear. "Cuando escuchó Beethoven dejó de comer, se detuvo y escuchó la música con la hierba saliendo de su boca", dijo.
Barton ha tocado para un total de 28 paquidermos."Algunos elefantes se acercan mucho al piano por su propia voluntad. Incluso llegan a poner su trompa sobre el piano. Algunos sostienen su trompa en la boca cuando escuchan, otros comienzan a balancearse con el ritmo de la música. Algunos elefantes más jóvenes pueden sorprenderse mucho con el sonido y correrán repentinamente alrededor del piano, con curiosidad".