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Descubre por qué te gusta tanto cotillear y regalate unas risas con una recopilación con lo mejor del humor cotilla que ha circulado por Twitter.
A todos nos gusta en mayor o menor medida cotillear siempre andamos queriendo saber que le pasa a nuestros vecinos, compañeros de trabajo y personajes famosos. Desde pequeños los chismes ya corrian como reguero de polvora en el patio de tu colegio, en la plaza de tu pueblo, en tu trabajo, tu universidad o tu comunidad de vecinos.
Según la RAE Cotillear es "Hablar de manera indiscreta o maliciosa sobre una persona o sus asuntos" pero también "Husmear, fisgar, curiosear o Contar algo con indiscreción o malicia.
Por mucho que desaprobemos el cotilleo en teoría, es un comportamiento muy común, dice el psicólogo social Laurent Bègue. "Aproximadamente el 60% de las conversaciones entre adultos son sobre alguien que no está presente", dice. "Y la mayoría de ellos están emitiendo juicios".
Todos sabemos que está mal cotillear y nadie quiere parecer malintencionado. Entonces, ¿por qué nos entregamos a este placer culpable? El chisme construye vínculos sociales porque las aversiones compartidas crean vínculos más fuertes que los positivos compartidos, explica en este artículo en la revista Psychologies.
Dos personas que no se conocen se sentirán más cercanas si comparten algo malo sobre una tercera persona que si dicen cosas agradables sobre ellas. Es una forma de demostrar sus valores compartidos y su sentido del humor. Si a eso le sumas emoción de la transgresión, ya que se supone que debemos ser amables y positivos, te da parte del cocktail que hace que cotillear nos guste tante.
Por su parte Miguel Silveira, reconocido psicólogo y escritor, establece que lo primero que tenemos que averiguar son los motivos que nos impulsan a ser cotillas.
En esta entrada de blog explicaba que "unos dos tercios o algo más de nuestro tiempo de conversación lo dedicamos a hablar con las personas de las otras personas ya sea para criticarlas, para exponer sus aciertos o errores, para señalar sus fallos o sus imperfecciones y también sus éxitos".
"Nos encanta, desde que el mundo es mundo, informar y comentar la vida ajena y dentro de la vida ajena los aspectos negativos más bien de quienes conocemos o con quienes vivimos, ejerciendo esos aspectos negativos una especie de fascinación", añadía.
Hablando directamente de los motivos por los que el cotilleo nos sienta bien aseguraba que "Comentar y criticar sobre la vida ajena sea en plan positivo o negativo sirve para crear alianzas o lazos, sirve para establecer contactos y abrir conversaciones, sirve para compararnos con otros para salir ganando, para compensar nuestras infelicidad pues si vemos que los demás sufren nos sentimos acompañados o igualados, sirve para superar nuestras inseguridades al ver que a otros también las va mal o tienen imperfecciones y defectos, lo que a veces eleva la autoestima del cotilla".
También Silveira señala que el cotilleo de revistas y programas de televisión nos hace "sentir cierto alivio cuando se resaltan conductas negativas de las personas con más poder, influencia y fortuna". Ver las miserias de las personas ricas y famosas nos hace sentir bien a veces porque consuela nuestras propias vidas miserables.
En otro interesante artículo publicado por NewScientist el profesor de Neurociencia en la Universidad de Londres, John Hardy, aseguraba que "Hay muy pocas verdades universales, pero dos relacionadas con el comportamiento humano son que tirarse pedos se considera divertido en todas las sociedades y que los chismes ocurren pero aparentemente siempre se desaprueban".
"En pocas palabras, el cotilleo se trata principalmente de quién se acuesta con quién, a quién le gustaría acostarse con quién y cuál es el orden jerárquico local en términos de poder e influencia, lo que, por supuesto, influye en quién se acuesta con quién", afirma Hardy, lo que explica el propósito del cotilleo y también el motivo de que normalmente sea semisecreto y también de su desaprobación.
El cotilleo evolucionó en una sociedad de aldea donde todos conocían a todos los demás y la navegación exitosa de las complejidades políticas locales tuvo un impacto directo en el éxito reproductivo.
"En nuestra aldea global, esta necesidad ahora es satisfecha en parte por la prensa sensacionalista. Nuestro interés en los pecadillos y la mala conducta de celebridades y políticos, y nuestra compra, a veces subrepticiamente, de periódicos sensacionalistas y revistas de chismes es una resaca evolutiva de una época en la que saber con quién se acostaba con quién en nuestro pueblo era importante", sentencía Hardy.
En estos dias el mundo del cotilleo tiene una fuerte presencia en nuestras vidas a través de las aplicaciones de móvil y las redes sociales. Nos encanta ver que están haciendo nuestros amigos, compañeros de trabajo, exnovios y famosos en sus vidas y por eso muchas personas tienen redes sociales para cotillear lo que hacen otros.
Una prueba de la presencia del cotilleo en Twitter es está selección de los mejores tuits de humor, memes y reflexiones sarcásticas sobre cotillear y los cotillas que he recopilado para tu disfrute.
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