DÉJALO IR
Si estás hasta el gorro de tener que barrer todos los suelos de tu casa porque están llenos de polvo, te proponemos una solución un poco distinta. ¡Múdate a un sitio en el que no exista! ¿Dónde? El Polo Sur, por supuesto. Dale una pensada y verás que tiene sentido.
Barrer y aspirar el suelo es un rollo. Puedes dedicarle un poco cada día o darle durante toda una jornada. Disfrutarás, entonces, de unas pocas horas de placer en las que todo estará limpio. Pero, al despertar, tu mundo habrá vuelto a la normalidad de la suciedad y el polvo acumulado. Una condena eterna en la que nos vemos obligados a limpiar y barrer y pasar el trapo para conseguir una victoria efímera y– ¡ya está bien! ¿Es que no hay ningún sitio en este planeta en el que no haga falta sufrir todo este proceso? Por suerte, sí, existe tal sitio. Tan solo te has de mudar al Polo Sur.
"¿De qué hablas?" estarás pensando. "Está chalado si piensa que voy a ir a pasar frío al extremo del planeta cuando no salgo de casa en invierno si no es con siete capas", exclamáis otros. Pero, hear me out, tiene sentido. No os fiéis de mí, fiaos de alguien que vive ya en esa zona y os va a garantizar que nunca más tendréis que sacar a pasear la escoba para deshaceros del polvo acumulado. ¡El gran enemigo, derrotado!
"Una cosa interesante de vivir en el Polo Sur es que tenemos, probablemente, los suelos más limpios del mundo. ¡Porque no tenemos suciedad!". Esto se debe a que la roca o incluso el adoquín más cercano están a cientos de kilómetros. La nieve a sus pies es de un grosor de 3000 metros. ¿Resultado? Igual barres algo de nieve aquí y allá, pero no se te va a ensuciar nunca la casa. Y es que alguna ventaja debía tener el mudarte al extremo sur del planeta y vivir alejado de casi toda la humanidad. Eso bien merece vivir con algunas capas de ropa más, ¿no?