TURISMO
Una joven tiktoker se ha hecho viral tras compartir un vídeo contando cómo su vida se ha convertido en un infierno por culpa de los pisos turísticos de Airbnb. Mariona recibe constantes llamadas nocturnas al telefonillo de su piso del centro de Madrid y la culpa la tiene su casero.
El fenómeno de los alquileres turísticos, impulsado por plataformas como Airbnb, está afectando directamente a la forma en que la gente vive en el centro de las grandes ciudades. Muchos edificios residenciales se transforman en turísticos reduciendo el número de viviendas disponibles y aumentando el precio de alquiler de las mismas.
Uno de los ejemplos más sangrantes en España lo encontramos en Madrid que se enfrenta a un problema de vivienda grave, en el que contribuyen numerosos factores, que no tienen una solución fácil.
En medio de todo este problema se ha vuelto viral la historia de una tiktoker llamada Mariona que ha expuesto su difícil situación, viviendo en un edificio del centro de Madrid en la que es la única alquilada, rodeada enteramente de apartamentos de Airbnb.
Su historia se ha vuelto viral en redes sociales saltando a Twitter/X donde está generando un interesante debate sobre el problema de tener a turistas como vecinos.
"Llevo tres años con timbradas a altas horas de la madrugada", lamenta. Mariona detalla cómo su casero ha ido transformado el edificio para convertir más pisos en alquileres de Airbnb.
"El primer año que viví aquí eran todo reformas y fue un sin vivir. A muchos inquilinos les echaron", explica. A pesar de los intentos del casero, Mariona y sus compañeros han logrado resistir: "Han hecho que la convivencia sea completamente invivible e imposible, pero hemos aguantado porque esto es nuestra casa".
Las interrupciones nocturnas son constantes según explica la joven, harta de la situación: "A las 6:30 han picado dos veces a mi piso, llevo así 3 años con timbradas constantes".
Pero la historia tiene una deriva más tenebrosa todavía y es que Mariona lamenta como su casero la ha estado utilizando todo este tiempo: "No solo el casero me está haciendo la vida imposible, además, de llevarse la mitad de mi sueldo por un piso que no lo vale, sino que sin quererlo trabajo como empleada del Airbnb".
Mariona cuenta una anécdota concreta en la que descubre la verdad detrás de las constantes llamadas a su telefonillo. Una mañana como de costumbre el terrible sonido del interfono del portal inundó todo su piso, harta de escucharlo la joven se levantó a abrir. "El guiri que estaba abajo se ha disculpado y me ha dicho que en la página de Airbnb pone que llamen a mi piso si no les abrían la puerta de abajo", descubría la inquilina.
"Esto se ha denunciado ya, pero los caseros están completamente amparados, hacen lo que quieren porque saben que pueden, estoy presa en esta situación", comenta, enfatizando la falta de regulaciones que protejan a los inquilinos permanentes en estas circunstancias.
La conclusión de Mariona al final del vídeo es clara: "No uséis Airbnb". Una historia extrema y aterradora que pone el foco en el problema de la vivienda y los pisos turísticos en las grandes ciudades.