¿Quién no le ha pedido alguna vez a alguien que le tome una foto? A veces no somos capaces de encontrar el ángulo perfecto o queremos salir con nuestro acompañante, así que solo nos queda pedirle ayuda a alguien. Los segundos previos a ver el resultado son cruciales. ¿Saldrá bien o borrosa? ¿Nos habrá cortado? Pues bien, a estas personas no les salió demasiado bien la jugada y hubiera sido mejor que optaran por el mítico selfie.