Un alicantino de 43 años llamado Javier Ostrense considera que estirarse ligeramente en el sofá para coger el mando de la televisión equivale a una sesión completa de yoga. Esta es una actividad que practica diariamente durante al menos dos horas, tiempo en que consigue estirar sus músculos y olvidarse de todo. Nunca ha acudido a una clase de yoga pero considera que lo hace correctamente.