Margaret Thome Bekema, de 97 años, nunca pudo graduarse en el instituto. Se supone que tenía que hacerlo en 1936 en el Instituto católico Grand Rapids pero en 1932, cuatro años antes, se vio obligada a dejar las clases para cuidar de su familia y de su madre, enferma de cáncer.
Ahora 79 años después de cuando se supone que tenía que graduarse y gracias a un pariente, Bekema ha podido recibir finalmente un diploma honorario.
“Os lo agradezco desde lo más profundo de mi corazón,” dijo Bekema a la web Mlive. “Tuve que dejar el instituto para cuidar a mi familia. Fue muy duro, no os hacéis una idea de lo duro que fue. Me encantaba el instituto y tenía muchas amigas."
El director del instituto, Greg Deja, añadió: “Ha llevado una vida de servicio y sacrificio. Ha sido inspirador y alentador para nuestra comunidad porque sus elecciones representan todos los valores básicos que enseñamos a nuestros estudiantes."
