Una novia brasileña estaba entrando en la Iglesia el día de su boda feliz y sonriente cuando empezó a sonar la tradicional marcha nupcial. Los asistentes sacaron sus móviles para grabar el momento cuando algo inesperado sucedió. La novia sigue caminando sonriente pero poco a poco le va cambiando la cara hasta que se detiene horrorizada ante el crimen musical que está cometiendo el DJ.