Hay personas dispuestas a dar cobijo a animales callejeros, como la abuela de
Eric Hertlein. La mujer llevaba tiempo dejando que tres gatitos pasaran las noches en su porche, pero la visita de su nieto le hizo darse cuenta de que uno de ellos era otro animal muy diferente. Resulta que la anciana no se había percatado de que estaba cuidando realmente a una
zarigüeya, un mamífero que pertenece a la familia de los marsupiales.
Tal y como contaron en una entrevista para
The Dodo, Eric supo que no era un gato al ver su nariz puntiaguda y su cola alargada. La mujer decidió llamarlo
Tete y acogerlo como lo estaba haciendo hasta entonces. No le importó en absoluto que no se tratara de un gato: "¡Bueno, todavía no me ha molestado, así que estoy de acuerdo con que él esté aquí!", dijo.
Al parecer, según descubrió Eric, Tete llevaba desde bebé durmiendo en el porche de la anciana, lo que le había convertido casi en un miembro más de la familia.