¿SU MEJOR DISCO?
Casi tres años después del lanzamiento de Happier Than Ever, Billie Eilish regresa con su tercer (¿y mejor?) disco.
Hace tan solo unas pocas horas se producía una de las noticias más esperadas del año, al menos en lo que respecta al mundo de la música: Billie Eilish ha regresado por todo lo alto con el lanzamiento de su tercer álbum de estudio, Hit Me Hard and Soft. Este nuevo trabajo llega casi tres años después de su aclamado Happier than Ever y, como ocurre en sus discos anteriores, Eilish ha contado con la colaboración de su hermano Finneas, quien ha contribuido significativamente en la composición y producción, consolidando una vez más su química creativa.
Hit Me Hard and Soft es un álbum que, en sus inicios, fue diseñado para ser una especie de ejercicio catártico de la artista y no para ser compartido públicamente. Sin embargo, Eilish ha decidido abrir esa puerta y permitir que sus fans se adentren en sus paisajes interiores, cada vez más profundos y llenos de matices. Este álbum explora temas como la pasión, el amor, la identidad y, por primera vez en su carrera de manera explícita, la sexualidad.
El álbum también es una poderosa reflexión sobre el paso del tiempo. En él, Eilish evoca a aquella joven de 17 años que enfrentó la fama repentina con When We All Fall Asleep, Where Do We Go?. En aquellos días, Eilish ocultaba su cuerpo tras ropa holgada para protegerse de la atención mediática y discutía abiertamente sobre temas como la salud mental, la depresión y la ansiedad. En Hit Me Hard and Soft, estas experiencias se revisitan con una perspectiva más madura y una comprensión más profunda de su impacto.
Por ejemplo, esto lo podemos ver en la canción que cierra el disco, Blue. Este tema no solo encarna la tristeza y la melancolía que han acompañado la carrera de Eilish, sino que también hace un guiño a su álbum debut. La letra, "I try to live in black and white, but I'm so blue. I'd like to mean it when I say I'm over you, but that's still not true" (Intento vivir en blanco y negro, pero soy azul. Me gustaría decirlo en serio cuando digo que te he superado, pero todavía no es verdad), resuena con la sinceridad y el dolor del crecimiento personal.
Dejando a un lado lo temático y centrándonos en los estrictamente musical, las 10 canciones que componen Hit Me Hard and Soft abarcan una amplia paleta de estilos, desde baladas hasta hyperpop, pasando por rock melódico y música clásica con arreglos de violín. Otra de las señas sonoras más claras del álbum es su constante cambio de ritmo, pasando de la calma a la tormenta en un segundo (de esta dualidad, pensamos, viene el nombre del disco), La estructura del álbum está diseñada para ser una experiencia cohesiva, que exige una escucha completa y atenta, algo que Billie ha enfatizado al pedir a sus fans que disfruten del álbum de principio a fin sin interrupciones.
En un año cargado de grandes lanzamientos, Hit Me Hard and Soft se posiciona como un fuerte candidato para el Álbum del Año. Billie Eilish, muy posiblemente y a falta de que el Juez Tiempo dé su veredicto final, ha firmado su mejor disco hasta la fecha. Parece que su buena racha artística no tiene intenciones de terminar pronto.