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Una amistosa cría de ballena gris no tuvo miedo de acercarse a un bote para que los pasajeros pudieran acariciarla.
Christian Miller estaba en una expedición con drones "Snotbot" en la laguna San Ignacio, México, el 20 de mayo, cuando una ballena inquisitiva vino a saludar.
Con su madre a su lado, la bebé gigante disparó su enorme cabeza por encima del agua y, con la barbilla primero, se acercó al bote.
Obviamente las ballenas no estaban perturbadas por la embarcación entrante, la madre dejó que tanto Christian como uno de sus colegas acariciaran la parte inferior de su bebé.
La laguna San Ignacio se encuentra en la península de Baja California, en México, es una reserva de la biosfera y uno de los principales santuarios de invierno de la ballena gris del Pacífico Oriental.
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