VIBRA MAHOU
El artista barcelonés navego contracorriente en su concierto en Madrid, marcado por las medidas de seguridad, pero su propuesta veraniega, fiestera y tropical terminó abriéndose paso entre las mesas del Mad Beach Club.
En 2020 Carlos Sadness completó su transformación y se convirtió en Tropical Jesus con el lanzamiento de su cuarto disco de estudio. El disco más veraniego y fiestero de su carrera con temazos como "Aloha" junto a Bomba Estereo, "Todo estaba bien" junto a Manuel Medrano, "Isla Morenita" o "Ahorita".
El disco salió en medio de la pandemia lo que impidió que pudiera presentarlo de forma normal, hacer una gira o tocar en festivales, una pena para unas canciones que son perfectas para que la gente lo de todo bailando en un concierto.
Ayer finalmente pudo presentar el disco en Madrid, en el Mad Beach Club, y salió victorioso frente a la adversidad. Las medidas de seguridad por el Covid hacen que tengamos que disfrutar de los conciertos de forma diferente a como lo hacíamos antes, sentados en mesas y con distancia de seguridad lo que impide que podamos estar todos juntos cerca del escenario, bailando, coreando las canciones y transmitiendo nuestra energía al artista.
El concierto empezó un poco frió, sin nadie subido a la noria, con la gente en la barra terminando de pedir su cerveza o sentada tranquila en sus mesas y Sadness adaptándose a la situación. Por suerte la cosa fue cogiendo poco a poco calor a medida que el público se iba sintiendo más cómodo, la energía iba aumentando y empezábamos a corear cada vez más las canciones.
Sadness presentó en directo su nueva canción "La costa breve", otra pegadiza canción veraniega con olor a mediterraneo y chiringuito playero. También aprovecho para tocar hasta ocho canciones de "Tropical Jesus" intercalándolas con alguno de los temazos más reconocibles de su carrera.
Siempre es un lujo escuchar canciones que me encantan como "Hale Bopp", "Amor papaya", "Física moderna" o "Días impares". Lo mejor fueron las partes de rapeo freestyle al final del concierto, las divertidas bromas sobre la gente que había venido a verle como acompañantes y el cierre con "Te quiero un poco" y "Que electricidad".
Me gusta mucho Carlos Sadness, creo que se nota, le he visto en directo media docena de veces y volveré a verlo de nuevo cuando los conciertos sean como antes y podamos abrazarnos, bailar y saltar como si nada más importase en el mundo.