Paula Gonu y Arnau Marín han roto: ambos confirman que ya no son novios
Y PRESENTA SU LIBRO
Una de las influencers más polémicas cuenta qué pasó durante los meses que estuvo alejada de las redes sociales, y adelanta algunos fragmentos de un libro autobiográfico ('Marina Yers sin filtros') que estará a la venta en breve.
La definición que hace Marina Yers de sí misma es en realidad una descripción que podría valer a cualquier influencer: "Soy una persona más en este puto mundo que viene a mostrarse como es, con sus opiniones que a veces gustan más, otras menos y otras causan polémica". La diferencia, claro, es que ella es Marina Yers.
Activa en redes sociales desde 2016, su sueño de ser modelo se truncó porque "le faltaba un palmo para estar sobre la pasarela", y sin embargo fue capaz de llamar la atención con un estilo descarado y sencillo. Tres años después de su debut estaba a la altura de Paula Gonu en notoriedad, con un millón de seguidores en Instagram. Y ahí comenzó a ser realmente famosa...
La fama no es algo que le siente bien a todo el mundo, y menos cuando te llega muy joven. Marina se ha metido en berenjenales muy serios, y después de una infancia muy difícil, la acumulación de problemas en su vida la obligaron a decir basta durante seis largos meses.
Las razones las ha explicado en su vídeo más sincero hasta la fecha: "La pandemia me pilló en Méjico, donde había ido a grabar un videoclip, comencé a preocuparme por mi familia a la que no podía ver, a perder dinero, a oír rumores sobre políticos metidos en pedofilia..."
Fue precisamente ese último argumento el que "la volvió loca -entre comillas-", porque empezó a "perder contacto con la realidad". De hecho, reconoce haber sufrido "un brote psicótico", pensar que la casa en la que entonces vivía "estaba embrujada", y que sus compañeros iban a "usarla en un rito satánico".
La cosa se vuelve todavía más chunga cuando Yers añade que se escapó sola y sin dinero en mitad de la noche al aeropuerto del DF, que exnovio la trató de loca y que la convenció para ir a una fiesta. Allí pensó que los asistentes "eran todos miembros de una secta" y que toda su experiencia se estaba emitiendo en directo en España. Poca risa.
Tras regresar a España, volver a tener alucinaciones y hasta "tirarse de un segundo piso con un crucifijo en la mano para irse a misa", al final quedó ingresada en un hospital psiquiátrico. Y menos mal.
Una experiencia súper traumática que le ha servido para tener las cosas claras: "quiero vivir tranquila y ser una persona mejor". A todo esto añade que en algo más de dos semanas sacará un libro contando todo lo que ha sufrido (y disfrutado) en su vida, donde contará más detalles de aquellos meses de pesadilla.
No sabemos si 'Marina Yers sin filtros' tendrá mucho éxito como fenómeno editorial, pero solo la peli que se montó con los delirios desde luego dan para una buena historia. Y por una vez, sus seguidores y hasta algunos haters se han puesto de acuerdo para compadecer las experiencias que vivió Marina Yers. Eso sí que es insólito.