SEGÚN SE MIRE
Un tuit que afirma que ser creador de contenido es más difícil que la mayoría de trabajos ha hecho que miles de personas ardan en cólera, ante lo que consideran como uno de los empleos más cómodos que se pueden tener. El debate que se ha generado ha dado lugar a opiniones de todo tipo.
No son pocas las ocasiones en las que los creadores de contenido han sido criticados por quejarse de que su actividad profesional se les hacía dura de llevar, ya que la mayoría de los usuarios de las redes consideran que son unos privilegiados por poder ganarse la vida con una tarea relativamente cómoda y poco exigente. Ahora, un tuit de uno de estos creadores se ha hecho viral por opinar que la creación de contenido es más difícil que la mayoría de los trabajos, algo con lo que muchos de los que han visto el tuit no han estado de acuerdo.
Es cierto que los creadores de contenido establecidos tienen poco de lo que preocuparse: cuando se alcanza una buena posición, los ingresos pueden llegar a ser altísimos, y la cantidad de horas diarias que requiere su labor es muy baja. Son muchos los que deciden marcharse, incluso, a otros países, porque sus rentas elevadas tienen impuestos muy altos en España. Hay profesiones que son muy exigentes mental y físicamente, y que desgastan a las personas mucho más que la creación de contenido, a pesar de que las redes también sean un espacio conflictivo en el que trabajar.
Es probable que el autor de ese tuit tan controvertido estuviese poniendo el foco más en lo difícil que es llegar a ser creador de contenido de forma estable, más que en la profesión como tal. Es un sector en el que la formación no sirve de casi nada, y donde no existen contrataciones. La mayoría de los influencers, streamers y youtubers de éxito pasaron años sin ganar casi nada para llegar hasta donde están, y fueron muchos los que se vieron obligados a abandonar por el camino. Además, cualquier pequeña polémica puede hundir los ingresos de esa persona, y unos cuantos meses sin un hit viral puede hacer que su fama se diluya hasta desaparecer. En cierto sentido, es como ser dueño de un negocio, pero con una inestabilidad mucho mayor. ¡Tampoco sería justo desmerecer todo eso!